Los pobladores de la cuenca de Llallimayo, en Melgar, han anunciado que podrían tomar medidas drásticas si los ministros de Estado que llegarán este 23 y 24 de enero no presentan soluciones concretas para remediar la contaminación en la zona. La ciudadanía está cansada de promesas y exige acciones inmediatas para enfrentar la crisis ambiental que afecta su salud y la de sus animales.
La visita de los ministros de Energía y Minas y otros funcionarios ha generado expectativa, pero también desconfianza. La población espera que esta reunión no sea solo una formalidad, sino el inicio de un plan real que aborde la contaminación de la cuenca, que lleva años afectando la calidad de vida de los habitantes.
Néstor Ccasa, presidente del Frente de Defensa de los Recursos Hídricos de la Cuenca Llallimayo, afirmó que los pobladores ya no aceptarán más postergaciones. Entre las demandas, se incluye la instalación de una planta de tratamiento de agua como una de las posibles soluciones para detener el impacto de los metales pesados en el agua.
Las autoridades locales, como alcaldes y representantes comunales, han solicitado al Ministerio del Ambiente que declare en emergencia la cuenca de Llallimayo. Hasta ahora, el gobierno no ha dado respuestas claras ni resultados tangibles, lo que ha incrementado la frustración de la comunidad.
La contaminación ha hecho que el agua no sea apta para el consumo humano ni para los animales de la zona, agravando la situación de las familias que dependen de estas fuentes para vivir. Los pobladores aseguran que su paciencia está al límite y que necesitan una solución inmediata para proteger su salud y su sustento.
Durante la visita de los ministros, se tiene prevista una reunión con las autoridades locales y la presentación de un diagnóstico técnico-social. Sin embargo, la comunidad exige que no se trate solo de un reporte más, sino de un compromiso real con medidas concretas y plazos definidos para la remediación ambiental.
Los habitantes de Llallimayo están decididos a radicalizar sus medidas si el gobierno no ofrece soluciones claras en esta visita. Advierten que una paralización es inminente si no ven resultados, aumentando la presión sobre las autoridades para actuar de manera urgente y efectiva.