Michelle de 16 años fue atropellada el lunes a las 3 p.m. en la vía Caracoto-Cabanillas mientras regresaba en moto desde el colegio 2 de Mayo. Testigos confirmaron que el vehículo la abandonó en el desvío de Chujura sin auxilio. Su hermana Juli Paredes Vilca denunció que ahora lucha por su vida en un nosocomio local.
El accidente ocurrió cuando Michelle se dirigía a su casa tras salir de clases. «La dejaron tirada en el suelo sin ayuda» relató Juli entre lágrimas. La adolescente sufre fracturas múltiples y traumatismo craneal que requirió cirugía de emergencia en la Clínica Médicana de Juliaca.
La familia exige justicia y pide apoyo económico para cubrir los costos médicos que superan los 15 mil soles. «El SIS no cubre todo porque fue un accidente» explicó Juli. Los gastos incluyen operaciones pendientes y rehabilitación mientras el conductor sigue prófugo sin identificación.
El cruce de Chujura es conocido por su alto tráfico y falta de señales de seguridad. «Es una zona peligrosa para los estudiantes que transitan a diario» advirtió un vecino. Autoridades aún no han instalado cámaras ni reductores de velocidad en el área.
Los padres de Michelle iniciaron una colecta pública para este miércoles a las 10 a.m. en el parque Amarón. «Necesitamos ayuda para salvar a mi hermana» pidió Juli mientras comparte el número 929-8282-20 para donaciones. La comunidad exige mayor fiscalización en la ruta.
El caso revela la urgencia de mejorar la infraestructura vial en Caracoto. «Mi hermana podría quedar con secuelas permanentes» alertó Juli. La familia cuestiona la demora en la atención médica y la impunidad del responsable que huyó sin dejar rastro.
Vecinos exigen que la Municipalidad implemente medidas inmediatas como semáforos y patrullaje. «Ya son varios accidentes aquí y nadie hace nada» criticó un comerciante local. La Fiscalía aún no ha emitido un informe sobre el paradero del conductor ni las causas exactas del siniestro.
Michelle cursa el cuarto grado y es una de las cientos de estudiantes que arriesgan su vida diariamente en esa carretera. «No queremos otra víctima» declaró su hermana. La población se moviliza mientras las autoridades guardan silencio sobre acciones concretas para evitar más tragedias.


