Treinta mil estudiantes de áreas rurales de Puno podrían perder acceso a una educación de calidad debido a la migración estudiantil hacia centros urbanos que justifica la propuesta del Ministerio de Educación de eliminar 1,512 plazas docentes. Edson de Amat Apaza, director regional de educación, alertó sobre esta medida que pondría en riesgo una inversión estatal de 64 millones de soles destinada a estas plazas docentes en el área rural.
La problemática surge cuando las instituciones educativas rurales registran constante disminución en la matrícula estudiantil, fenómeno que se intensifica año tras año en la región puneña. Los estudiantes abandonan sus comunidades de origen para continuar sus estudios en áreas urbanas, dejando a los docentes rurales en situación de excedencia por la reducción significativa de la población escolar.
Amat Apaza explicó que esta tendencia migratoria existe desde hace varios años, convirtiendo a numerosos profesores rurales en personal considerado innecesario por el Ministerio de Educación. La autoridad regional enfatizó que la eliminación de estas plazas representaría un retroceso en los esfuerzos por garantizar educación universal en las zonas más alejadas de Puno.
El director regional advirtió que la cifra de estudiantes migrantes continúa creciendo de manera preocupante, generando un círculo vicioso que debilita progresivamente el sistema educativo rural. Esta situación coloca en desventaja a los estudiantes que no pueden trasladarse a centros urbanos y deben permanecer en sus comunidades para continuar su formación académica.
La Dirección Regional de Educación trabaja en el diseño de estrategias pedagógicas innovadoras que reviertan la tendencia migratoria y fortalezcan la educación rural. De Amat considera fundamental desarrollar un plan integral que mejore la calidad educativa en las instituciones rurales, haciéndolas más atractivas para los estudiantes y sus familias.
Las autoridades educativas regionales buscan implementar metodologías que respondan a las necesidades locales sin comprometer la calidad académica que los estudiantes pueden encontrar en centros urbanos. El objetivo consiste en crear condiciones educativas competitivas que motiven a los jóvenes rurales a permanecer en sus comunidades de origen.
La propuesta ministerial de suprimir plazas docentes ignora las particularidades geográficas y sociales de la región Puno, donde las distancias y la dispersión poblacional requieren mantener instituciones educativas funcionando, aunque registren matrícula reducida. Esta medida podría profundizar las brechas educativas entre sectores urbanos y rurales.
De Amat insistió en que la solución no pasa por eliminar plazas docentes sino por fortalecer la educación rural mediante programas especializados, infraestructura adecuada y metodologías pertinentes. La supresión de 1,512 plazas representaría abandonar definitivamente a miles de estudiantes que dependen exclusivamente del sistema educativo rural para acceder a la educación básica.
