viernes 01, agosto 2025
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Minería en Sandia y Puno: familias dependen del oro mientras crece la informalidad

La minería es esencial para la economía de la zona y muchas familias dependen de esta actividad ante el abandono del Estado según León Garrido Cáceres

Miles de familias en Sandia y la región Puno encuentran en la minería informal su principal sustento por la falta de oportunidades y apoyo estatal

Miles de familias en Sandia y la región Puno encuentran en la minería su principal sustento, aunque la mayoría lo hace de manera informal por la falta de oportunidades y apoyo estatal, según León Garrido Cáceres, expresidente de la Central de Barrios de Sandia.

Garrido Cáceres explicó que no conoce reportes de extracción ilegal con maquinaria pesada en los ríos, pero resaltó que la minería es esencial para la economía de la zona y que muchas familias dependen de esta actividad ante el abandono del Estado.

El entrevistado detalló que la minería tiene presencia en distritos como Yanahuaya, Sandia, Alto Inambari, Phara y Limbani en Sandia, además de Coasa, Ayapata y Ituata en Carabaya, donde la extracción de oro es una tradición histórica.

La selva puneña, además de su riqueza agrícola y ganadera, destaca por su potencial minero, lo que convierte a la región en una despensa importante y en un punto clave para el desarrollo económico local.

Garrido Cáceres recordó que la historia de Carabaya y Sandia está ligada al oro desde tiempos antiguos, y mencionó que incluso cronistas como Antonio Raimondi resaltaron la importancia de estos yacimientos para la economía peruana.

Sobre las fotos que muestran maquinaria pesada en los ríos, indicó que desconoce su uso ilegal y sugirió que podría tratarse de equipos destinados a la construcción de caminos, ya que los propios comuneros deben abrir rutas ante la ausencia de obras estatales.

El entrevistado consideró que la difusión de esas imágenes podría responder a disputas entre concesionarios mineros y pobladores, lo que genera desinformación y conflictos en la opinión pública.

Defendió la minería informal como motor económico, citando el caso de La Rinconada, donde más de cien mil personas mejoraron su calidad de vida gracias a la cadena productiva que beneficia a transportistas y comerciantes en toda la región.

Garrido Cáceres estimó que entre 40 mil y 100 mil personas en Puno viven directamente de la minería artesanal o informal, y que unas 200 mil más se benefician de manera indirecta, lo que evidencia la magnitud del sector.

Finalmente, señaló que el Estado, al no ofrecer leyes adecuadas, empuja a los peruanos a la informalidad, ya que las normativas actuales no responden a las necesidades de quienes buscan salir adelante por sus propios medios.

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