En el marco del Día de la Madre, Lourdes Griselda Josequiñay y Lía Rebeca Juárez, dos mujeres campesinas de la Comunidad Año Callejón y distrito de Platería de la provincia de Puno, compartieron sus experiencias y preocupaciones. “Las mamitas estamos olvidados, nadie se recuerda de nosotros”, expresó Lourdes, destacando el rol esencial de las madres en la familia y la sociedad.
Lourdes, dedicada a la agricultura y artesanía, resaltó la importancia de las mujeres en la economía familiar: “Sabemos cómo sacar adelante a nuestra familia”. Su mensaje subraya la lucha diaria de las madres campesinas, quienes, a pesar de su arduo trabajo, a menudo son ignoradas por las autoridades y la sociedad.
Lía Rebeca Juárez, también artesana y agricultora, enfatizó la necesidad de valorar a las madres del Perú Profundo. “Nunca hemos sido premiados ni festejados con las autoridades”, dijo, señalando la falta de reconocimiento hacia las madres originarias que trabajan en la ganadería, agricultura y artesanía para educar a sus hijos.
Ambas mujeres compartieron sus recuerdos más preciados con sus madres, destacando el amor y la disciplina como pilares de su educación. “El amor de mamá une a los hijos, al marido, a toda la familia”, afirmó Lourdes, recordando cómo su madre la corregía con amor para enseñarle responsabilidad y puntualidad.
Lía, con 66 años, y su madre Aurorita, de 87, son ejemplos de la fortaleza y resiliencia de las mujeres campesinas. “Mi mamá siempre me daba de comida, de vestir”, recordó Lía, destacando el sacrificio y dedicación de las madres en el campo, quienes trabajan incansablemente para proporcionar lo mejor a sus familias.
Las dos mujeres también hablaron sobre los desafíos actuales, como la falta de espacios permanentes para vender sus productos y la necesidad de capacitación para agregar valor a sus artesanías. “Necesitamos apoyo para capacitarnos”, dijo Lía, subrayando la importancia de mejorar sus habilidades para competir en el mercado.