Muchos productores rurales prefieren no registrarse ni declarar impuestos por temor a sanciones de la Sunat y a perder programas sociales, afirmó Noel Títalo Sosa, presidente del comité organizador del proyecto Haku Wiñay de Foncodes. Según Títalo, el miedo a enfrentar multas y quedar fuera de beneficios estatales frena la formalización de estos emprendedores del campo. Esta situación afecta la posibilidad de que accedan a mejores oportunidades y respaldo oficial.
El principal obstáculo para que los productores rurales se formalicen es la falta de capacitación, explicó Noel Títalo. Muchos no conocen los procesos para registrar sus productos ni para asociarse con otros emprendedores, lo que dificulta su crecimiento. El proyecto Haku Wiñay interviene justamente para brindarles apoyo técnico y organizativo, con el fin de mejorar la calidad de sus productos y facilitar su acceso a mercados formales.
Además, Noel Títalo señaló que el proyecto ofrece educación financiera para que los productores rurales aprendan a manejar tarjetas de crédito, tasas de interés, pines y cajeros automáticos. Este conocimiento busca que los emprendedores tengan mayor autonomía y seguridad para administrar sus recursos y evitar caer en problemas económicos. La formación financiera es clave para que estos productores puedan sostener sus negocios en el tiempo.
El proyecto también ayuda a los productores a registrar marcas y formalizar sus emprendimientos, lo que les permite competir mejor y proteger sus productos. Noel Títalo destacó que estas acciones contribuyen a que los emprendedores rurales puedan acceder a mercados más amplios y obtener mejores ingresos. La formalización abre la puerta a nuevas oportunidades y a una mayor estabilidad económica.
Por último, Noel Títalo recordó que las municipalidades tienen la responsabilidad de continuar con estas capacitaciones y acompañamiento una vez que el proyecto Haku Wiñay termina su intervención. La continuidad en el apoyo es fundamental para que los productores rurales mantengan sus avances y sigan creciendo. Sin este respaldo local, los esfuerzos podrían perderse y el temor a la formalización persistir.
El miedo a la Sunat y a perder beneficios sociales limita la formalización de productores rurales, pero el proyecto Haku Wiñay trabaja para superar estas barreras con capacitación, educación financiera y apoyo en formalización. La colaboración con las municipalidades será clave para que estos emprendedores consoliden sus negocios y mejoren su calidad de vida.