La ciudad de Juliaca enfrenta un panorama complicado con obras retrasadas y una gestión municipal lenta, según el regidor Javier Chura. Proyectos como el PMRI-II, que prometían mejorar la infraestructura urbana, han generado más molestias que beneficios, dejando calles abiertas y un avance de solo el 20%. Estas demoras se atribuyen a fallas técnicas y la falta de coordinación entre el consorcio Juliaca y la supervisión.
A pesar de los problemas, se destacan algunas obras importantes, como el complejo recreacional de Cancollani y el mantenimiento de zonas céntricas. Sin embargo, Chura admite que estos trabajos son insuficientes frente a la demanda de pistas y veredas en los barrios. Además, proyectos educativos y de mejoramiento vial, con presupuestos asignados, muestran avances mínimos o nulos, lo que evidencia serias dificultades en la ejecución.
La gestión de servicios básicos también enfrenta desafíos. Aunque se han adquirido compactadoras y triciclos para mejorar la limpieza, la ciudad aún lidia con problemas de residuos. La apertura de una celda transitoria en el relleno sanitario es un pequeño avance, pero la falta de un terreno para la planta de tratamiento agrava la situación. En transporte, se aprobó una ordenanza para desviar rutas y reducir el congestionamiento en el centro, aunque su implementación es gradual.
Chura señala que la lentitud y burocracia en los trámites municipales, junto con la falta de compromiso de algunos funcionarios, complican la ejecución de proyectos. Pese a estas limitaciones, asegura que ha fiscalizado las obras y reportado irregularidades a la Contraloría y la Fiscalía Anticorrupción, buscando mayor transparencia y soluciones para la ciudad.