Padres de diez estudiantes del colegio Gamaliel Churata del distrito de Cabana, provincia de San Román, intoxicados en marzo por alimentos del programa Qali Warma, denuncian abandono y maltrato tras ser trasladados a Lima para la atención médica de sus hijos. Los afectados, que llegaron a la capital después de un viaje de más de 24 horas, aseguran que fueron llevados a un albergue donde se les obligó a realizar tareas domésticas y se les restringió la libertad de movimiento.
Una madre afectada que no quiso dar su nombre para evitar represalias relató que se sintieron humillados y hostigados durante su estadía en el albergue. “No estamos aquí por gusto, vinimos por la salud de nuestros hijos”, expresó. Los padres esperaban recibir una atención médica de mayor calidad en Lima, pero aseguran que el trato en el Hospital San Bartolomé no ha sido mejor que el que recibieron en Juliaca.
“Pensé que aquí sabrían qué hacer con mi hijo, pero no ha sido así”, dijo otra madre, visiblemente frustrada. Los padres critican la falta de avances en el diagnóstico y tratamiento de sus hijos, a pesar de haber sido trasladados a la capital con la promesa de una mejor atención.
Además de la preocupación por la salud de sus hijos, los padres enfrentan dificultades económicas. Muchos dejaron sus trabajos y a otros hijos en Juliaca para acompañar a los menores intoxicados. Ahora, exigen respuestas claras del Estado y una atención médica adecuada para garantizar la recuperación de los niños.
Hasta el momento, las autoridades no han brindado soluciones concretas a las demandas de los padres, quienes continúan esperando que se priorice la salud de sus hijos y se les trate con la dignidad que merecen. La situación ha generado indignación entre los afectados, quienes piden que se investigue lo sucedido y se tomen medidas para evitar casos similares en el futuro.
