Hoy, la ciudad de Puno amaneció en paro seco en apoyo a la movilización nacional que exige la derogatoria de la ley 32108, considerada por sus detractores como una norma que favorece al crimen organizado y afecta a todo el país. Las principales vías de ingreso a la ciudad fueron bloqueadas.
Desde tempranas horas, los terminales terrestres de Puno cerraron sus puertas, dejando a varios pasajeros sin posibilidad de viajar a otras provincias. Turistas extranjeros, varados y desorientados, se encuentran afectados por la situación, que ha creado un ambiente de calma tensa en la región altiplánica, donde la población manifiesta su descontento de forma pacífica.
Empresas de transporte interurbano y varios mercados y centros de abasto han sumado su apoyo al paro, cesando actividades de manera unánime. Hasta el momento, la jornada transcurre sin incidentes violentos ni intervenciones de la Policía Nacional, que ha optado por no desplegar acciones represivas en la ciudad.
Además, la mayoría de instituciones educativas de Puno suspendieron sus clases presenciales siguiendo una recomendación de la UGEL Puno emitida ayer. Ante la situación, se sugirió el uso de clases virtuales para evitar la pérdida de labores académicas, medida que ha sido acatada por varias escuelas, con solo una mínima presencia de estudiantes en las calles.