La Feria de la Integración Andina en la provincia de San Román se transformó en un escenario de riesgo mortal para sus asistentes tras dos accidentes graves en los juegos mecánicos. Un niño de 12 años sufrió fracturas en clavícula pelvis y hombro derecho, además de hemorragias internas en vejiga hígado y riñón, según confirmó el comandante Liu Frisancho Aroco, jefe de la compañía de bomberos N° 42 de San Román.
El menor cayó de un juego mecánico el 25 de septiembre y fue evacuado inicialmente a una clínica privada. Los familiares recurrieron a Bomberos al no poder costear su atención. «La familia se desesperó porque el hospital Carlos Monge Medrano se negó a recibirlo sin coordinación previa», denunció Frisancho. Tras la intervención del director del nosocomio, Zenón Iquiapaza Vargas el niño fue atendido de emergencia.
Un compresor de aire explotó en otro incidente, hiriendo a una mujer y un joven. «Esquirlas volaron por el aire», relató un testigo, mientras un técnico reparaba el juego Samba, en cuyo caso el personal se olvidó de apagar el compresor que generó el estallido.
Bomberos advirtieron que no fueron convocados por la municipalidad para supervisar la feria, pese a ser especialistas en atención primaria de emergencias.
«No hay puntos de ingreso ni salidas de emergencia», alertó Frisancho, lo que dificultó el acceso de las ambulancias, cuando en una ocasión intentaron ayudar a una emergencia. La municipalidad de San Román, encargada de otorgar licencias, no incluyó a Bomberos ni al hospital local en los protocolos de seguridad, dijo otra fuente. «Es un trabajo entre instituciones que no se da», criticó el comandante, quien instó a llamar al 116 o al 955-7263-12 ante emergencias.
El primer accidente ocurrió semanas atrás, cuando un juego mecánico se apagó en pleno funcionamiento, dejando a los pasajeros suspendidos en el aire por más de 30 minutos. «En medio de la histeria colectiva, los asistentes y dueños del juego debieron auxiliarlos», recordaron testigos. La falta de mantenimiento y supervisión técnica agravó los riesgos.
Frisancho cuestionó la ausencia de coordinación: «Cuando nos llaman, ya pasó tiempo valioso». Serenazgo actúa primero, pero sin articulación con Bomberos. «No somos parte de la comisión de la feria», lamentó, y pidió a la población reportar incidentes de inmediato para evitar más víctimas.
La feria, que debía celebrar la integración, expuso fallas estructurales y humanas. Mientras el niño lucha por recuperarse, las autoridades enfrentan preguntas sobre responsabilidades y protocolos incumplidos. «La seguridad no puede depender de la suerte», concluyó un bombero, exigiendo cambios urgentes para evitar otra tragedia.