La población de Puno ha expresado su firme rechazo ante el anuncio del ministro de Defensa, Walter Astudillo, sobre la intención de ampliar el establecimiento penitenciario de Challapalca. Esta propuesta ha generado una ola de descontento entre los habitantes de la región, quienes argumentan que dicha ampliación podría incrementar los índices de inseguridad en la zona. Así lo indicó el ciudadano del distrito de Capazo de la provincia del Collao, Bernabé Ordóñez.
Como respuesta a esta iniciativa gubernamental, los ciudadanos puneños han planteado una contrapropuesta: sugieren que se construyan penales en todas las regiones del país, permitiendo que los criminales sean recluidos en sus propias localidades. Esta medida, según sostienen, evitaría que Puno se convierta en una “zona de castigo” para delincuentes de otras partes del Perú.
Los dirigentes locales han anunciado que convocarán reuniones a nivel distrital, provincial y regional para discutir el tema. Además, buscarán establecer contacto con otras regiones afectadas, como Moquegua y Tacna, con el objetivo de emitir un pronunciamiento general que refleje el desacuerdo con la propuesta del Ejecutivo.
La oposición a la ampliación del penal de Challapalca se fundamenta en experiencias pasadas negativas, como fugas y actos delictivos ocurridos en las cercanías del centro penitenciario. Los pobladores enfatizan que Puno, Moquegua y Tacna no deben ser consideradas como el “patio trasero del gobierno” y exigen respeto a su derecho a la seguridad y tranquilidad.
