La arroba de papa en el mercado puneño ha superado los 20 soles debido a las recientes heladas que afectaron la producción local. Según Germán Cutipa, director de Estadística de la Gerencia Regional de Desarrollo Agrario de Puno, la región produce principalmente para el autoconsumo y la elaboración de productos tradicionales como el chuño y la tunta, lo que reduce la oferta disponible para el comercio.
Aunque la situación no alcanza la crisis que enfrenta el norte del país, la disminución en la producción podría generar una eventual escasez. Cutipa advierte que, en ese escenario, sería necesario importar papa de regiones vecinas, lo que incrementaría los costos de transporte y, en consecuencia, los precios al consumidor.
El director también señala que regular los precios sería complicado bajo el modelo de libre mercado, que establece los valores en función de la oferta y la demanda. La intervención del gobierno en este sentido podría enfrentar obstáculos debido a la naturaleza fluctuante de los mercados.
La situación preocupa a las familias puneñas, quienes ya sienten el impacto en sus bolsillos, especialmente en un contexto donde la papa es un alimento esencial en la dieta diaria. Por ahora, los productores locales continúan priorizando su consumo propio y la producción de derivados, mientras las autoridades monitorean el mercado ante posibles alzas adicionales.
