Los productores agropecuarios de la zona alta de la provincia del Collao-Ilave, han comenzado a tomar medidas preventivas ante la amenaza de una inminente sequía que afectará la campaña agrícola 2024-2025. Según el productor local, Marcial Cahmbilla la falta de lluvias está generando una “preocupación extrema”, ya que se estima que la escasez de agua podría provocar una pérdida de hasta el 60% del capital ganadero en la región.
El cambio climático ha afectado considerablemente los bofedales, que son esenciales para la subsistencia de los camélidos andinos, principal fuente de ingresos en la zona. La falta de agua ha puesto en peligro no solo la ganadería, sino también varios ecosistemas frágiles asentados en las zonas altas de la región. Esta situación obliga a los productores a reducir su número de animales para adaptarse a la capacidad limitada de las praderas.
Ante esta crisis, los productores han comenzado a implementar algunas tecnologías agrícolas. Sin embargo, la falta de acceso económico a estas innovaciones hace que sea difícil para la mayoría de ellos mantener su producción. “Es un poco preocupante, ya que la tecnología es costosa y no está al alcance de todos”, expresó en diálogo con Valgan Verdades de Pachamama Radio.
A pesar de los esfuerzos individuales, los productores sienten que las autoridades nacionales, regionales y locales no han articulado soluciones adecuadas para enfrentar la sequía. “La Autoridad Nacional del Agua se ha mostrado ausente, mientras que otros organismos solo se limitan a cuestiones administrativas”, añadió el productor. A nivel nacional, no se ha asignado presupuesto suficiente a las zonas del sur, mientras que otras regiones del norte han recibido mayores recursos.
Algunas instituciones como Sierra Azul han implementado programas de cosecha de agua, pero los resultados han sido insuficientes. En distritos de la provincia, apenas se ha logrado beneficiar a una sola familia, lo que resulta ineficiente en una zona rural donde hay numerosas familias que dependen del agua para su sustento. La comunidad exige que los proyectos se adapten mejor a las necesidades reales del lugar.
Finalmente, los productores insisten en que los proyectos deben ser elaborados desde el terreno, no desde oficinas. Las iniciativas deben responder a las condiciones locales para ser efectivas. La falta de una buena articulación y comunicación entre las instituciones y los productores ha generado descontento, por lo que se hace un llamado urgente a las autoridades para mejorar la coordinación y asegurar una mejor respuesta ante la sequía.