Un grupo de dirigentes de las cuatro zonas de Juliaca, junto con extrabajadores de la Sociedad de Beneficencia San Román, llevó a cabo una protesta en los exteriores de la institución. Los manifestantes denunciaron actos de corrupción e irregularidades atribuidas a la gerente general, Juana Pilco Escobedo.
Jesús Abarca Layme, uno de los dirigentes, se encadenó junto a otros protestantes en la entrada de la institución. Afirmaron que han solicitado en varias ocasiones un informe detallado sobre los ingresos económicos de la Sociedad de Beneficencia, debido a denuncias de aumentos salariales irregulares entre los trabajadores.
Los extrabajadores despedidos también levantaron pancartas y gritaron consignas, denunciando hostigamientos y maltratos sufridos en el interior de la institución. Exigieron la destitución inmediata de la gerente y el inicio de un proceso penal en su contra.
Mientras los dirigentes protestaban, los funcionarios de la beneficencia organizaron una actividad en el lugar y decidieron aumentar el volumen de la música para intentar minimizar las protestas. Esta acción solo intensificó el descontento entre los manifestantes, quienes continuaron con sus reclamos enérgicamente.