El abogado Adrián Mestas Tisnado revela que la vacancia presidencial constituye una jugada política sin cambios reales, configurando un «blindaje» donde los mismos políticos tradicionales se acomodan para seguir gobernando, mientras el nuevo presidente representa un personaje manejable que seguirá las instrucciones del Congreso.
Esta acción política ocurre en un escenario que ya ha mentido anteriormente al pueblo peruano. El país sigue atravesando momentos políticos y económicos extremadamente difíciles sin perspectivas claras de mejora para la población.
La remoción de la expresidenta Boluarte no representa una verdadera salida para la ciudadanía peruana. Mestas Tisnado considera que la vacancia es simplemente «más de lo mismo» para la gente común.
El reemplazo en la presidencia lo designan directamente los congresistas sin consulta popular previa. El nuevo mandatario no fue elegido mediante una votación mayoritaria de la ciudadanía organizada.
El presidente actual solamente representa a un Congreso deslegitimado ante el pueblo peruano en su conjunto. Mestas señala que únicamente 11,600 personas votaron por el actual presidente de la República según las cifras oficiales.
El abogado describe esta situación como un juego político y una paradoja increíble en la escena nacional. Cualquier cosa puede suceder en este ambiente, incluyendo poner personajes inadecuados en la vida pública.
El Congreso esperó demasiado tiempo para realizar esta acción de vacancia contra la expresidenta cuestionada. Esta medida debió tomarse antes de que ocurrieran los dolores, las muertes y el genocidio.
Los mismos políticos que antes protegían a Boluarte ahora salen a la palestra pública. Estos actores tradicionales quieren continuar en la escena política y seguir gobernando la nación.
El parlamento ha sido una muestra evidente del camaleonismo político que caracteriza a estos representantes. Los congresistas antes se negaron repetidas veces a la vacancia y ahora sí la aceptaron.
El Congreso archivó varias denuncias constitucionales que pesaban sobre la exmandataria Boluarte durante su gestión. Esta explosión tardía de la vacancia demuestra la incongruencia de los politiqueros en el Parlamento.
Mestas Tisnado asevera que la falta de principios es una muestra del antivalor en la política. Los peruanos se pasan de un lado a otro cuando les conviene buscando únicamente intereses personales.
El abogado llama a la juventud a no equivocarse nuevamente en las próximas elecciones nacionales. La nación tiene que abandonar esa tradición de buscar beneficios personales para la familia o el entorno.
El Perú necesita poner mano dura frente a toda esta situación política que atraviesa el país. Las leyes actuales son muy blandas y sirven como un mero blindaje entre congresistas corruptos.
Algunos representantes actúan como «ambulantes» que nunca estudiaron política ni han sido alcaldes en sus pueblos. Mestas los describe como tránsfugas que se van de mesa en mesa buscando el mejor postor.
Mestas Tisnado pide a los peruanos valorarse personalmente y buscar un cambio con resultados concretos. Las esperanzas existen, pero estas están en cada uno de los ciudadanos comprometidos con el país.
