El Aeropuerto Internacional Inca Manco Cápac de Puno recibió 448 mil pasajeros entre enero y julio de 2025 el mayor registro en dos décadas según datos oficiales desde 2004. Esta cifra supera en 20.8% al 2024 y en 49.6% al 2019 marcando un hito en la conectividad aérea regional.
La oferta hotelera también creció hasta alcanzar 1085 establecimientos en el primer semestre superando los 904 hospedajes registrados en 2019. El empleo turístico se disparó a 74 mil trabajadores 26 mil más que antes de la pandemia y representa el 6% del empleo nacional solo detrás de Lima y Arequipa.
Sin embargo las visitas a los principales atractivos turísticos aún no se recuperan. Entre enero y agosto de 2025 solo 213 mil turistas llegaron a destinos clave como el Museo Lítico de Pukara y la Reserva Nacional del Titicaca muy por debajo de los 322 mil de 2019. La conflictividad social y la inseguridad frenan el avance.
El presupuesto para modernizar la infraestructura turística ascendió a S/15.6 millones en 2025 un 19.3% más que el año anterior. Pero proyectos como la modernización del embarcadero Titicaca solo ejecutaron 2% de los 6 millones asignados lo que limita su impacto en la competitividad regional.
La inseguridad y los conflictos socioambientales agravan la situación. Las denuncias por extorsión subieron de 4.4 a 7.0 por cada cien mil habitantes entre 2019 y 2025. En febrero y marzo de 2023 Puno registró cero pasajeros por protestas lo que evidenció la vulnerabilidad del sector.
Expertos señalan que la recuperación total requiere inversión privada y diálogos comunitarios. Mecanismos como las Asociaciones Público-Privadas y Obras por Impuestos podrían acelerar mejoras en aeropuertos y reducir cancelaciones de vuelos por fallas técnicas.
La articulación entre el MININTER gobiernos regionales y locales es urgente para fortalecer la seguridad y prevenir nuevos brotes de violencia. La policía necesita más recursos y estrategias coordinadas para proteger a turistas y residentes por igual.
Puno enfrenta un momento crítico: el récord de pasajeros contrasta con la caída en visitas a sus joyas turísticas. Sin acciones concretas los avances logrados podrían perderse y el motor económico que representa el 6% del empleo nacional estaría en riesgo.


