Una deuda acumulada desde enero de 2024 mantiene sin servicio telefónico al Sistema de Atención Médica de Urgencia (SAMU) en Puno, donde la línea 106 permanece inoperativa desde hace dos semanas, dejando a la población sin acceso inmediato a emergencias médicas y poniendo en riesgo la vida de quienes requieren atención urgente.
La Dirección Regional de Salud (DIRESA) Puno enfrenta versiones contradictorias sobre las causas del colapso del servicio. El director Freddy Velásquez Angles inicialmente atribuyó la falla a la presunta salida de Telefónica del Perú, sin embargo, el administrador Alipio Calla reveló posteriormente que la verdadera causa es una deuda pendiente que data desde inicios del presente año.
La situación crítica afecta directamente la respuesta ante accidentes de tránsito, emergencias médicas domiciliarias y casos que requieren intervención inmediata del personal especializado del SAMU. Los pacientes que necesitan asistencia urgente no pueden comunicarse a través del número 106, generando retrasos peligrosos en la atención médica de emergencia.
Las autoridades sanitarias regionales trabajan en negociaciones con la empresa Claro para el traslado y restablecer el servicio telefónico, aunque hasta el momento no han logrado reactivar la línea. La búsqueda de alternativas tecnológicas se desarrolla mientras persiste la incertidumbre sobre los plazos de restablecimiento del servicio esencial para la población puneña.
La revelación de la deuda acumulada durante meses expone deficiencias en la gestión administrativa de la DIRESA Puno, donde el pago oportuno de servicios básicos no se cumplió adecuadamente. Esta situación pone en evidencia la falta de planificación financiera para mantener operativos los servicios críticos de salud en la región.
Los funcionarios responsables del área administrativa, junto con ex directores que conocían la existencia de la deuda, podrían enfrentar procesos administrativos por la negligencia en el cumplimiento de obligaciones financieras. La falta de pago oportuno generó el corte definitivo del servicio telefónico por parte de la empresa proveedora.
La población puneña queda temporalmente sin acceso directo a emergencias médicas a través del tradicional número 106, obligando a buscar alternativas. Esta situación irregular compromete los tiempos de respuesta establecidos en los protocolos nacionales de atención de emergencias.
La crisis del SAMU Puno refleja problemas estructurales en la gestión de servicios públicos esenciales, donde la falta de previsión financiera impacta directamente en la seguridad sanitaria de más de un millón de habitantes que dependen de este sistema de emergencias médicas para situaciones críticas que requieren respuesta inmediata.