Una ceremonia de despedida se realizó en los exteriores de la iglesia San Juan de Puno, donde familiares, amigos y vecinos dieron el último adiós a la familia Chata Chambi, quienes perdieron la vida en circunstancias trágicas en Bolivia. Los cuatro féretros de Maribel Chata, su esposo Paul y sus dos hijos menores fueron colocados juntos mientras el párroco ofrecía una bendición final, en un momento cargado de profunda emoción.
La ceremonia estuvo acompañada por músicos tradicionales que interpretaron huaynos tradicionales de Puno, mientras los asistentes, con flores blancas y globos, expresaban su dolor ante la pérdida de toda una familia. Los restos mortales fueron repatriados desde Bolivia hasta Puno, donde previamente se realizó una misa de cuerpo presente. Un representante de la familia agradeció a las funerarias, a la prensa y al colegio de Melania, una de las menores fallecidas, por su apoyo durante el proceso.
En un discurso conmovedor, un familiar cercano recordó el espíritu emprendedor de Maribel y Paul, destacando cómo su ejemplo había unido a la comunidad en este momento de dolor. “Gracias por todo lo que nos enseñaste”, expresó con voz entrecortada, mientras recordaba los momentos de alegría y las travesuras de las niñas, a quienes describió como una fuente de felicidad para todos.
Los restos de la familia fueron trasladados al cementerio de Platería, donde continuaron los actos de despedida. Los asistentes acompañaron el cortejo fúnebre, coreando frases de apoyo y resistiendo juntos el dolor de la pérdida. La ceremonia concluyó con un minuto de aplausos en honor a la familia, mientras los presentes gritaban: “¡Familia Chata Chambi, resiste!”.
El cónsul de Bolivia también se hizo presente durante la ceremonia, visitando el domicilio de la familia Chata Chambi para expresar sus condolencias. Su presencia fue un gesto de solidaridad que reconfortó a los deudos en medio de la tristeza.
La comunidad puneña demostró su unión y cariño hacia la familia Chata Chambi, recordándolos como un ejemplo de alegría y esfuerzo. “Los vamos a llevar siempre en nuestro corazón”, fueron las palabras que resonaron al final de la ceremonia, sellando una despedida llena de amor y respeto por quienes partieron demasiado pronto.
