La paz en Puno se encuentra en vilo porque la ordenanza regional que promete prevenir y gestionar los conflictos sociales no avanza, el abogado Jacinto Ticona Huamán advierte que, pese a su aprobación en el Consejo Regional, la falta de reglamentación del gobierno regional bloquea su implementación.
Ticona Huamán sostiene que los consejeros cumplieron al dar luz verde a la norma, pero el ejecutivo regional, dirigido por el gobernador, sigue sin activar el proceso que oficialice y ponga en práctica esta herramienta indispensable para la convivencia y la seguridad local.
La ordenanza 022-2024-GRP crea el Consejo Regional de Diálogo y Paz, COREDIPAZ, este órgano tiene como misión resolver los conflictos sociales que inquietan a miles de puneños, busca brindar soluciones consistentes a temas urgentes.
La nueva norma transforma COREDIPAZ en un ente con poder ejecutivo, esto significa que sus integrantes tendrán la facultad de pasar a la acción y liderar intervenciones directas frente a situaciones críticas que desestabilizan a la población.
El propósito es que el gobernador asuma la presidencia de COREDIPAZ, afirmando su papel frente a cualquier situación de riesgo, además, el consejo contará con una secretaría técnica que estará a cargo de un experto en manejo de conflictos sociales.
La estructura del consejo suma ahora instituciones valiosas, la Mesa de Concertación permitirá que Estado y sociedad actúen juntos mientras el Consejo Regional de Decanos, CONREDE, aportará experiencia y respaldo académico a las soluciones propuestas.
En COREDIPAZ intervendrán ingenieros, abogados y sociólogos, el enfoque multidisciplinario permitirá abordar las causas y consecuencias de cada conflicto, desde lo técnico y lo social para construir salidas integrales.
Ticona Huamán plantea tres frentes para COREDIPAZ, la primera línea es la prevención, el consejo recopilará señales y demandas en provincias y distritos para anticiparse a cualquier foco de tensión antes que se agrave.
El siguiente eje será la gestión, poniendo en marcha espacios de escucha y diálogo que requieran mediadores probados en resolver desacuerdos, el objetivo es lograr pactos reales y evitar escaladas de enfrentamiento.
La tercera tarea de COREDIPAZ será vigilar que se cumplan los compromisos logrados, para evitar que acuerdos queden estancados o caigan en el olvido, el seguimiento permanente garantizará respuestas rápidas ante cualquier demora.
La demora en la aplicación de la ordenanza preocupa a Ticona, él percibe que falta conciencia en el gobierno regional sobre la urgencia de contar con un sistema eficaz y transparente que legitime el accionar público.
El abogado insiste en que Puno requiere fomentar una cultura de prevención en materia de conflictos sociales, el nacimiento y consolidación de COREDIPAZ demanda invertir tiempo, formar cuadros profesionales y asignar recursos de forma sostenida.
La propuesta ideal incluye un equipo con comunicadores sociales, especialistas legales y expertos en relaciones interculturales, esto permitirá abordar cada problema según su realidad y contexto culturales.
Regiones como Iquitos, Piura, Apurímac y Cusco ya probaron el modelo y lograron resultados favorables, Puno tiene en sus manos replicar experiencias exitosas y asegurar que la gestión de conflictos se encamine hacia una convivencia responsable y duradera.
Ticona Huamán hace un llamado a las autoridades para que no posterguen más este avance, la población merece que se garantice orden, diálogo y paz, especialmente en una región donde los conflictos acechan y la prevención es la mejor defensa.