Profesores nombrados iniciaron una huelga indefinida ante la discriminación salarial que enfrentan en el sistema universitario peruano. El docente Lucio Ávila Rojas explicó que el noventa por ciento de la docencia universitaria se encuentra paralizada por esta medida que busca mejores remuneraciones para los educadores del país.
Ávila Rojas señaló que el sueldo actual representa apenas un ingreso de subsistencia para la mayoría de académicos del país. Un profesor auxiliar nombrado recibe un salario comparable al de un efectivo policial. Esta situación genera profundo descontento en la comunidad educativa.
Los docentes con dedicación a tiempo parcial reciben ingresos insuficientes por diez o doce horas de trabajo semanal; en muchos casos este salario no cubre siquiera los gastos de transporte hacia las universidades.
Requisitos rigurosos para ejercer
La docencia universitaria demanda mínimamente cinco años de experiencia profesional comprobada en el área de enseñanza. Los profesores deben poseer el grado de Magíster reconocido oficialmente por Sunedu para ejercer la cátedra universitaria. El Doctorado resulta indispensable para avanzar en la carrera académica universitaria.
Ávila declaró que los profesores universitarios realizan obligatoriamente trabajos de investigación científica dentro de sus funciones regulares. Esta labor se encuentra estipulada y normada por la ley universitaria vigente. Sin embargo el presupuesto adicional necesario no recibe la atención adecuada por parte del Estado.
La ley universitaria anterior alineó el salario de los docentes con el haber de los magistrados judiciales. Esta nivelación salarial duró solamente un periodo breve antes de ser modificada. Los profesores exigen ahora una remuneración más compensable acorde con su preparación académica.
Calendario académico sin riesgo
Lucio Ávila Rojas garantizó que el semestre académico no corre peligro de perderse por la huelga indefinida. Si la protesta se prolonga el calendario universitario se recorrerá sin comprometer la culminación de clases. Las vacaciones habituales de estudiantes y profesores podrían ajustarse según la duración del paro.
La solución del conflicto requiere un diálogo directo con el poder Ejecutivo del gobierno nacional; los congresistas carecen de facultades para modificar el presupuesto en asuntos económicos fundamentales.


