La emblemática celebración religiosa y cultural puneña de Alasitas, dejó un saldo de 200 pacientes atendidos por intoxicación alcohólica en el Hospital Regional Manuel Núñez Butrón de la ciudad de Puno, Joseph Huenece, subdirector del nosocomio, confirmó que el centro hospitalario implementó un plan de contingencia especial para enfrentar la alta demanda de servicios durante los días de mayor concentración festiva.
El perfil de los afectados muestra una predominancia masculina con el 60% de los casos registrados, mientras que el 40% restante corresponde a mujeres y jóvenes, según detalló Huenece durante su informe. Los pacientes llegaron al nosocomio por diversos medios, incluyendo unidades del Serenazgo municipal, ambulancias del SAMU y en algunos casos trasladados por familiares o amigos que acompañaban a los afectados.
“No se ha tenido pacientes graves o críticos, pero sí cada uno de estos pacientes han sido correctamente atendidos y dados de alta”, precisó el subdirector, destacando que el hospital logró manejar adecuadamente el incremento de demanda asistencial. La institución debió reorganizar sus recursos humanos para garantizar la atención oportuna durante el pico de la emergencia festiva.
La capacidad de respuesta del nosocomio fue puesta a prueba principalmente durante el viernes y sábado, días identificados por las autoridades sanitarias como los de mayor incidencia de casos relacionados con la festividad. Esta concentración de atenciones coincide con las jornadas centrales de la Fiesta de las Alasitas, celebración que moviliza a miles de personas en la capital de la región.
El operativo sanitario implementado por el hospital incluyó también la atención de emergencias no relacionadas directamente con la celebración religiosa, manteniéndose operativos todos los servicios regulares. “Accidentes de tránsito los cuales ya son fuera no relacionados a la fiesta”, mencionó Huenece al ser consultado sobre la diversidad de atenciones durante el fin de semana festivo.
La experiencia previa en eventos masivos permitió al hospital desarrollar protocolos específicos para este tipo de celebraciones, similares a lo implementado durante otras festividades tradicionales como la festividad de la Candelaria. Este enfoque preventivo contribuyó a que no se registraran complicaciones graves entre los pacientes atendidos por consumo excesivo de alcohol.
Los casos de agresiones físicas complementaron el cuadro de atenciones relacionadas con la festividad, aunque en menor proporción que las intoxicaciones etílicas, según se desprende del reporte oficial. Las autoridades hospitalarias valoraron positivamente que ninguno de los incidentes derivara en pacientes en estado crítico.
El balance final muestra una afluencia calificada como “alta” por el propio subdirector hospitalario, quien destacó la importancia de mantener equipos médicos reforzados durante celebraciones masivas. La experiencia servirá como referencia para futuros operativos sanitarios en eventos similares que se desarrollan regularmente en la región Puno.