De acuerdo a las cifras oficiales del INEI, la región Puno se ha consolidado como la de mayor crecimiento económico a nivel nacional durante el primer semestre del 2024, con una expansión del 20%. Según el economista Gonzalo Manrique, del Instituto Peruano de Economía, este dinamismo está liderado por el sector agropecuario, que se ha recuperado notablemente luego de las sequías del año pasado. Sin embargo, este avance es insuficiente para lograr mayor estabilidad económica.
En conversación con Valgan Verdades de Pachamama Radio el economista sostuvo que; “entre enero y agosto, la producción de papa se ha multiplicado por dos y la de avena por tres”, además otro indicador positivo es el empleo formal, que creció 11.5% en julio, lo que se traduce en 5,000 nuevos puestos de trabajo en la región. Asimismo, el sector turismo también muestra signos de reactivación, con un aumento de 50% en los arribos a hospedajes entre enero y agosto, en comparación con el 2023.
Sin embargo, Manrique señala que aún falta recuperar los niveles previos a la pandemia. Por ejemplo, los visitantes a Amantaní en septiembre de este año fueron 2,200, frente a los 3,800 del 2019. “Todavía nos falta invertir en mejorar y promover estos sitios turísticos, fortalecer la infraestructura. Recuperar el turismo es un trabajo a nivel nacional”, indicó el economista.
Uno de los principales desafíos de la región, según Manrique, es la baja ejecución presupuestaria de las entidades públicas. Mientras el Gobierno Nacional ha ejecutado más del 70% de su presupuesto, el Gobierno Regional de Puno alcanza el 60% y las municipalidades solo el 50%.
Asimismo, Puno es la segunda región con más obras paralizadas a nivel nacional, con 305 proyectos detenidos que suman alrededor de 2,000 millones de soles. “Tenemos problemas con temas de contratos, que no se pueden terminar de invertir. Los dos proyectos más importantes paralizados son la mejora del Hospital Regional Manuel Núñez Butrón y el drenaje de Juliaca”, detalló el economista.
En ese sentido, Manrique enfatizó que estos desafíos estructurales en la ejecución de la inversión pública limitan el desarrollo económico de Puno, a pesar de su actual dinamismo.