Vecinos de la ciudad de Puno enfrentan una grave emergencia por filtraciones de agua que han afectado a más de seis viviendas en la segunda cuadra del jirón Pedro Vilcapaza, situación que se prolonga por aproximadamente dos semanas sin solución efectiva por parte de las autoridades competentes. Las familias denuncian que, pese a múltiples llamados a Emsa Puno, la respuesta ha sido insuficiente mientras el agua continúa invadiendo sus hogares.
«Nosotros hemos hecho la denuncia desde el día martes pasado. El problema comenzó hace dos semanas exactamente», señaló Givanni Salas, uno de los vecinos afectados, quien confirmó que las primeras alertas fueron ignoradas por la empresa de servicios durante varios días, coincidiendo con el periodo de Semana Santa.
Según relata Salas, un equipo técnico de Emsa Puno finalmente acudió al lugar el sábado posterior a Semana Santa, realizando excavaciones en la zona de la Av. circunvalación sin encontrar el origen del problema. Los funcionarios se comprometieron a regresar con especialistas para verificar las tuberías, compromiso que hasta la fecha no se ha cumplido satisfactoriamente.
Las características del agua filtrada han generado confusión entre los afectados, pues aparentemente se trata de agua limpia y no de aguas residuales o pluviales. «El agua es limpia, ni siquiera es turbia o agua de una canaleta», explicó el vecino, descartando inicialmente que se trate de aguas servidas.
Un evento reciente agravó la situación cuando se rompió la red matriz de Totorani, obligando al cierre de todas las redes matrices de la zona. Durante ese periodo, la humedad cedió temporalmente, pero el problema resurgió con mayor intensidad durante la madrugada siguiente, según reportan los vecinos.
Defensa Civil realizó una inspección el día anterior a las declaraciones, pero únicamente verificó la humedad existente y no presenció la inundación activa, lo que ha dificultado una evaluación completa de la emergencia. «Estamos a la espera de que nos puedan dar una solución. Ya son dos semanas, se puede entender que fueran un día o dos días», manifestó con preocupación Salas.
Lo que inicialmente afectaba a tres viviendas, ahora impacta a más de seis propiedades, extendiéndose también hacia más calles. El agua busca naturalmente canales de salida, alcanzando progresivamente más hogares en una zona que no estaba preparada para enfrentar este tipo de emergencias.
Los residentes temen por la integridad estructural de sus viviendas y exigen una intervención inmediata que resuelva definitivamente el origen de las filtraciones, mientras continúan soportando las consecuencias de vivir en casas inundadas durante ya dos semanas consecutivas en esta zona de Puno.
