Las heladas y granizadas arrasaron la producción agrícola en Puno, donde de treinta y cinco mil hectáreas sembradas apenas se lograron cinco mil toneladas, según detalló Eusebio Chura Parisaca, presidente de la Mesa Técnica de Granos Andinos.
Chura confirmó que la región perdió más del setenta y cinco por ciento de su cosecha, lo que provoca escasez incluso de semillas para replantar, una situación que inquieta a quienes dependen del cultivo y distribución de granos andinos a nivel local.
El dirigente explicó que Puno fue superada por Ayacucho en volumen de producción, advirtió que la falta de semilla comprometió la campaña siguiente y resaltó que muchas familias viven incertidumbre por el impacto climático.
Los productores afrontan altísimos costos, baja rentabilidad y poca respuesta de entidades públicas, lo que profundiza el retroceso agrícola y deja a zonas altoandinas en una situación cada vez más frágil frente a los cambios climáticos.
Chura instó a las autoridades a articular esfuerzos con los agricultores, pues urge asegurar insumos y evitar que los cultivos tradicionales desaparezcan de la región por las pérdidas masivas registradas este año.
El informe regional advierte que la producción de quinua, cañihua y kiwicha fue mínima, arrastrando graves consecuencias económicas para miles de familias que dependen del trabajo en el campo y la transformación de estos granos.
Las carencias en medidas preventivas, asistencia técnica y recursos para mitigar el daño amplificaron la vulnerabilidad de los productores, quienes aguardan apoyo efectivo para revertir una campaña marcada por pérdidas inusuales.
Chura insistió en la urgencia de implementar alternativas, demandó financiamiento, tecnología agrícola y coordinación institucional, planteando que solo así Puno podrá recuperar competitividad y enfrentar los efectos del clima cada vez más extremo.