Néstor Pilco, docente e investigador puneño, reveló que la región ya no ocupa el primer lugar en la producción de quinua a nivel nacional. Este hecho, afirmó, evidencia la ausencia de proyectos productivos que impulsen el desarrollo integral de los pueblos, distritos y provincias de Puno.
En entrevista con Razón Libre de Pachamama Radio, Pilco señaló que la falta de una visión clara representa el principal problema que enfrenta Puno. Añadió que las últimas autoridades priorizaron la infraestructura, dejando de lado el ámbito cultural que históricamente distinguió a la región como tierra de artistas, poetas e intelectuales.
El investigador recordó que Puno tuvo representantes notables como Santiago Giraldo, José Antonio Encinas y Emilio Romero, figuras que destacaron en el escenario nacional. En contraste, lamentó que los actuales líderes regionales carezcan de compromiso real con el progreso del pueblo puneño.
Pilco cuestionó que los grupos políticos actuales solo busquen beneficiarse del Estado. Señaló que muchos funcionarios son designados por amistad o por haber participado en campañas electorales, una práctica que, según dijo, frena el desarrollo económico y social de la región.
Consenso para ejes productivos
Para revertir esta situación, propuso elaborar un gran plan regional consensuado que defina los ejes de desarrollo. “Debemos decidir si la agricultura, la ganadería o la minería serán las principales actividades que impulsen la recuperación de Puno en el ámbito nacional”, sostuvo.
El investigador destacó que Puno siempre estuvo a la vanguardia del pensamiento y la cultura peruana, con grandes representantes intelectuales y artísticos. Por ello, exhortó a los ciudadanos a sentirse orgullosos de su identidad y asumir que el cambio colectivo es la clave para un futuro mejor.
Tradición cultural en riesgo
Pilco advirtió que la actual crisis cultural y productiva compromete la identidad regional. Subrayó que la falta de trabajo técnico y especializado pone en riesgo la tradición de creatividad y desarrollo que caracterizó a Puno durante décadas.
Llamó a los puneños a unirse en torno a un plan integral de desarrollo. “Solo el orgullo de ser puneños y el compromiso conjunto permitirán superar la crisis de liderazgo político y recuperar el dinamismo económico y cultural del altiplano”, concluyó.


