Puno atraviesa una situación preocupante en salud sexual y reproductiva, Abraham Velázquez Pimentel, coordinador regional de la Dirección Regional de Salud, informó que los casos de VIH aumentan entre jóvenes y que en este semestre los embarazos adolescentes alcanzan un 4 por ciento.
Velázquez Pimentel señaló que solo el 37.7 por ciento de la población utiliza métodos anticonceptivos modernos, esta baja aceptación se explica por la falta de acceso a orientación en planificación familiar, especialmente en localidades rurales donde persisten barreras culturales y geográficas.
Explicó también que el dispositivo intrauterino, conocido como DIU, tiene menor aceptación, mientras que las ampollas son preferidas por su practicidad, esta diferencia refleja percepciones diversas sobre seguridad y comodidad que influyen en la elección de cada método por parte de las usuarias.
La participación masculina en planificación familiar resulta limitada en la región, pocas parejas acuden juntas a centros de salud para recibir orientación y la responsabilidad recae mayormente en la mujer, lo cual refleja un patrón social que se repite en gran parte del territorio puneño.
El coordinador regional indicó que este comportamiento responde a factores culturales marcados, el machismo sigue presente en zonas alejadas dificultando la corresponsabilidad, promover un cambio tomará tiempo y se requerirán estrategias que incluyan educación constante y mensajes claros para hombres y mujeres.
Las mujeres suelen tomar decisiones sobre planificación familiar por razones económicas, reconocen que el número de hijos impacta directamente en los gastos y en las oportunidades de estudio, además consideran el efecto de la crianza en el desarrollo integral y en el futuro de sus hijos.
Otra barrera es el temor al acceso de servicios de salud, personas provenientes de comunidades lejanas desconfían de la validez de su Seguro Integral de Salud en zonas urbanas, aunque el personal médico atiende sin restricciones a cualquier usuario sin importar su lugar de origen.
El funcionario recordó que la natalidad en Puno muestra un descenso sostenido, hace quince o veinte años las familias solían tener tres o cuatro hijos, en la actualidad el promedio se encuentra entre 1.6 y dos hijos, lo que modifica la estructura poblacional regional.
Diversos factores influyen en esta baja natalidad, el acceso al empleo y la situación económica llevan a las familias a planificar, muchos padres priorizan ofrecer una mejor educación y mayores oportunidades de desarrollo a menos hijos, buscando así un futuro más estable para ellos.
Esta reducción en nacimientos augura un cambio demográfico, en unas décadas la población podría envejecer más rápido, la base de la pirámide poblacional se hará más estrecha y habrá menos niños, un escenario similar al que enfrentan algunos países desarrollados.
Velázquez Pimentel indicó que el sector salud observa el descenso de natalidad con opiniones mixtas, por un lado, ayuda a disminuir enfermedades no transmisibles y reduce la mortalidad materna, por otro genera un impacto en la educación, ya que habrá menos estudiantes en las escuelas.
Manifestó su preocupación por el crecimiento constante de casos de VIH en Puno, los jóvenes entre 19 y 29 años concentran la mayor cantidad de diagnósticos recientes, este grupo poblacional mantiene prácticas de riesgo pese a las campañas de prevención que realiza el sector salud.
Incluso se han detectado casos de mujeres gestantes con VIH, por ello recomendó acudir a los centros de salud para realizar la prueba gratuita y recibir orientación, recordó que un diagnóstico temprano permite acceder a tratamiento oportuno y evitar complicaciones tanto en la madre como en el bebé.
Finalmente, alertó que la desinformación y el uso indiscriminado de redes sociales afectan la educación en valores y en salud, recomendó que hombres y mujeres acudan a fuentes confiables como los establecimientos del Ministerio de Salud para obtener información clara y segura.
