La región de Puno, con casi 4,000 efectivos policiales aparentemente enfrenta un déficit de seguridad que requiere refuerzos inmediatos. El jefe de la región policial, Jorge Guardia confirmó que se realizará el requerimiento formal para asignar más personal, aunque reconoce que la cantidad disponible seguiría siendo insuficiente para cubrir todas las necesidades territoriales.
Las gestiones para incrementar a los efectivos policiales dependen de las decisiones del comando policial nacional, quien evaluará las necesidades específicas de cada zona. Guardia explicó que no existe un número exacto de efectivos que podrían llegar, pero espera que la distribución se realice en el menor tiempo posible para fortalecer las diferentes unidades operativas en toda la región puneña.
En la provincia de San Román, específicamente la ciudad de Juliaca, representa una de las áreas prioritarias para el reforzamiento del personal policial. Las autoridades locales han manifestado su preocupación por la falta de personal especializado en esta zona, donde la demanda de servicios de seguridad supera la capacidad actual de respuesta institucional.
Entre otras necesidades urgentes se ubica la comisaría de Ilave, ubicada en la provincia de El Collao, que permanece cerrada desde las protestas sociales del 2022 y 2023. Jorge Guardia confirmó que están trabajando en el proceso de reapertura, aunque requiere coordinación previa con las autoridades locales y la población para garantizar condiciones adecuadas de funcionamiento.
Los conflictos sociales que motivaron el cierre de la dependencia policial han generado un vacío de seguridad en la zona. Las autoridades han solicitado formalmente el retorno de la presencia policial en Ilave, reconociendo la importancia de contar con servicios de seguridad permanentes en el territorio.
La reapertura podría requerir un plan de socialización con la comunidad para restablecer la confianza entre la población y la institución policial. Guardia manifestó que están prestos a prestar la seguridad necesaria y realizarán todas las gestiones requeridas para que la policía regrese definitivamente a esta provincia.
Las coordinaciones entre el comando regional y las autoridades locales continuarán en las próximas semanas para definir los protocolos de reapertura. La decisión final dependerá de las condiciones de seguridad y aceptación comunitaria que permitan el funcionamiento normal de la comisaría en beneficio de toda la población del Collao.