El Ingeniero Wilber Cutipa, Economista indica que la región de Puno está en el ojo de la tormenta debido a una ejecución presupuestal cuestionable. El gobierno regional muestra un avance financiero del 85%, pero la realidad es otra pues más de 130 millones de soles están retenidos en la oficina de contabilidad. Esto significa que el gasto efectivo es de solo el 71%, dejando a proveedores esperando pagos y proyectos sin avance. El mensaje es claro, el dinero de los puneños no se está usando como debería.
La situación se agrava al observar que solo el 62% del presupuesto destinado a proyectos se ha utilizado. Esta falta de inversión en obras importantes genera descontento entre la población, que no ve mejoras en la región. Además, la ejecución del gasto se concentra en el mes de diciembre, lo que levanta sospechas sobre la eficiencia y planificación durante el resto del año. El gobierno regional parece actuar de forma improvisada.
Por si fuera poco, el gobierno regional devolvió 40 millones de soles destinados a la compra de medicamentos. Esta devolución, junto a la falta de control en las 34 unidades ejecutoras, genera dudas sobre la gestión de los más de 3,200 millones de soles que administra el gobierno regional. Las redes de salud parecen estar desatendidas, lo que genera malestar y la sospecha de posibles actos irregulares. La salud de los puneños está en riesgo.
Expertos señalan que la gestión regional es «tibia» y no está articulando proyectos importantes para el desarrollo de Puno. Se critica la falta de obras de impacto regional y la priorización de intereses particulares por parte de algunos consejeros. La falta de visión política y gestión eficiente está frenando el progreso de Puno y generando fuga de talentos. Los ciudadanos de Puno se preguntan: ¿cuándo veremos resultados reales.