El secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional, Max Hernández, abordó el rechazo que la región de Puno tiene hacia la presidenta Dina Boluarte y explicó que esto se debe a una promesa que la mandataria hizo anteriormente. Según Hernández, Boluarte había dado su palabra de que renunciaría si el exjefe de Estado Pedro Castillo era destituido de su cargo.
Hernández compartió que están en contacto con personas del Gobierno de Puno y que algunos de los temas son complicados de abordar. A pesar de que estas opiniones no provienen de grupos radicales, sino más bien de la «zona empresarial» y de individuos afiliados a partidos no radicales, se destaca que en Puno, la palabra tiene un gran valor y se respeta el acuerdo verbal.
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El secretario ejecutivo explicó que, para la población de Puno, la destitución de Pedro Castillo tuvo un significado especial. Representó la caída de alguien que simbolizaba esperanza, basada en un mecanismo sociológico crucial: la representación a través de la identificación con otro. Es decir, cómo alguien puede sentir que está siendo representado no solo por ideas compartidas, sino también por la semejanza con su propia imagen. Esta fuerza de representación por imagen es un concepto importante que debe ser entendido para comprender las dinámicas sociopolíticas.
El comentario de Hernández destaca la complejidad de la situación política y cómo los compromisos verbales y simbólicos pueden desempeñar un papel fundamental en la percepción pública y en las relaciones entre los líderes políticos y la ciudadanía.