En un encuentro significativo, representantes de comunidades originarias aymaras, quechuas y uros se reunieron en Puno para discutir la creación de un nuevo pacto social, con el objetivo de fortalecer la seguridad ciudadana y promover un desarrollo más inclusivo. Este evento contó con la participación de autoridades locales, como la gobernadora y la vicegobernadora, así como de miembros de la Policía Nacional.
El diálogo se centró en abordar los principales desafíos sociales desde una perspectiva comunitaria. Uno de los temas clave fue la seguridad, considerada una prioridad para las comunidades. Durante el encuentro, se destacó la importancia de preservar los valores ancestrales y las leyes morales de sus antepasados, especialmente aquellas que refuerzan la cohesión y el bienestar social.
Otro tema crucial que se trató fue la educación, especialmente la familiar, como base para formar ciudadanos responsables y con capacidad para tomar decisiones informadas en el futuro. La participación equitativa de las mujeres también estuvo en el centro del debate, proponiéndose que al menos el 50% de los cargos gerenciales sean ocupados por mujeres, con el fin de garantizar una representación paritaria en la gestión pública.
Además, los asistentes expresaron su firme compromiso de transformar la política, rechazando las visiones corruptas y buscando una política entendida como un medio para la libertad y el servicio a la comunidad. Esta reflexión fue clave para imaginar una política más justa y cercana a las necesidades de la gente.
El encuentro en Puno representó un espacio valioso de reflexión sobre la necesidad de transformar la sociedad, rescatando su cultura y construyendo una ciudadanía más inclusiva, comprometida con el presente y el futuro de las generaciones venideras.