El vicepresidente del Comité de Vigilancia del Convenio 025, Eduardo Suni, advierte que la mayoría de los proyectos para dotar de agua y saneamiento a miles de peruanos siguen en etapa de “idea”, aunque el dinero ya está listo para ejecutarlos, lo que genera preocupación entre la población especialmente en la ciudad de Puno.
Este proyecto nacional, llamado “mejoramiento y ampliación de los servicios de agua potable y saneamiento bajo los principios de economía circular en las cuencas de Lurín y Lago Titicaca”, fue declarado viable el seis de junio de este año y prometía grandes avances.
Suni explica que, en la región Puno, existen seis proyectos incluidos dentro de este programa, pero cinco de ellos todavía no pasan de ser una propuesta inicial, lo que frena el acceso a servicios básicos para miles de familias.
El conocido Convenio 025 de Puno es el único de estos seis proyectos que ya fue declarado viable, y su inclusión busca sumar esfuerzos para mejorar el saneamiento en la región, según remarcó el dirigente en su entrevista.
A nivel nacional, el proyecto cuenta con diez componentes, incluyendo proyectos en Lima, pero solo tres tienen estudios técnicos aprobados, lo que refleja una lenta evolución en la gestión de estos recursos.
Los siete componentes restantes, según Suni, continúan en la etapa de “idea”, lo que genera dudas sobre cuánto tiempo más tendrán que esperar las comunidades para ver obras concretas en sus barrios y centros poblados.
El dirigente señala que la experiencia del convenio 025 demuestra que la aprobación de estudios técnicos puede demorar años, pues este expediente tardó siete años en recibir luz verde, lo que retrasa la llegada de agua y desagüe.
Para los proyectos que todavía están en fase de “idea”, se estima que los estudios de inversión podrían demorar entre dos y tres años más, lo que significa que las obras recién empezarían en un futuro lejano.
A pesar de estos retrasos, el financiamiento está garantizado, ya que la Ley de Endeudamiento Externo contempla los recursos necesarios, lo que elimina cualquier excusa económica para no avanzar.
Suni comenta que el Banco Mundial participa activamente en el proceso desde febrero, realiza visitas constantes y solicita información técnica y ambiental a la Emsa Puno, buscando asegurar la calidad de los proyectos.
El expediente técnico del Convenio 025, según el dirigente, debe ser homologado con la metodología del Banco Mundial, y se espera recibir un borrador de revisión la próxima semana, lo que podría acelerar su implementación si se cumplen los requisitos.
A nivel local, Emsa Puno y la municipalidad tienen la responsabilidad de cerrar veintisiete proyectos pendientes para evitar que se dupliquen las inversiones y se desperdicie el dinero destinado al saneamiento.
El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento ha enviado hasta diez notificaciones a Emsa Puno desde junio del año pasado, insistiendo en la necesidad de cerrar estos proyectos y cumplir con los plazos establecidos.
Eduardo Suni subraya que es fundamental que el alcalde y sus asesores se reúnan con el gobierno central, porque solo así se podrá asegurar que las inversiones lleguen a Puno y se eviten más retrasos en servicios básicos.