La inversión de 800 millones de soles para la construcción del Hospital regional Manuel Núñez Butrón, genera tensión en la región Puno tras la decisión del gobernador Richard Hancco de mantener la ubicación del nuevo nosocomio en el terreno actual de la Dirección Regional de Salud (Diresa). La autoridad regional respondió categóricamente a las protestas de trabajadores administrativos, quienes cuestionan el traslado de sus oficinas administrativas, asegurando que el proyecto continuará según lo planificado.
El gobernador se pronunció sobre las protestas de los trabajadores, indicando que representan únicamente a un grupo reducido de personas y no a la totalidad de trabajadores de la Diresa. La autoridad regional cuestionó el uso del auditorio institucional para realizar reuniones con fines ajenos a la institución, anunciando una investigación para determinar quién autorizó el ingreso de personas externas a las instalaciones.
Los trabajadores de la Diresa expresaron su rechazo total al traslado de las oficinas administrativas y la cesión del terreno donde funciona la institución. Los manifestantes denunciaron que no fueron consultados sobre una decisión que impactaría directamente en sus funciones laborales, además del funcionamiento de la microrred de salud Metropolitano, generando incertidumbre sobre la continuidad de los servicios.
Hancco explicó que el proyecto hospitalario cuenta con sustento técnico sólido y se desarrollará en el terreno ya aprobado oficialmente. La autoridad regional destacó que esta ubicación representa una alternativa más viable y económica frente a la propuesta anterior en el sector de Jayllihuaya, descartando cualquier interés personal o económico detrás de la decisión adoptada.
El nuevo hospital regional no será licitado por el gobierno regional, sino por el Ejecutivo mediante un convenio con el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS). Hancco señaló que el proyecto fue corregido y reformulado de acuerdo a las observaciones realizadas por la Contraloría General de la República, garantizando transparencia en el proceso de implementación de la infraestructura sanitaria.
La autoridad regional descartó categóricamente la existencia de algún interés personal o económico detrás de la decisión de ubicar el hospital en la actual sede de la Diresa. Hancco reafirmó que todas las correcciones solicitadas por los organismos de control fueron incorporadas al proyecto, asegurando el cumplimiento de los estándares técnicos requeridos para la construcción.
El gobernador advirtió que, si fuese necesario, se hará uso de la fuerza pública para garantizar el inicio de la obra hospitalaria. Hancco indicó que no existe motivo válido para que los trabajadores se opongan al proyecto, ya que se ha previsto la reubicación temporal de los servicios afectados durante el período de construcción.
Hancco remarcó que la ejecución del proyecto responde a un interés regional superior y no se detendrá por la oposición de un grupo reducido de trabajadores.
La autoridad aseguró que se permitirá la continuidad del funcionamiento del hospital durante todo el tiempo que dure la construcción del nuevo centro de salud, minimizando el impacto en la atención médica.


