El gobernador regional Richard Hancco enfrentó fuertes críticas tras un discurso público en el que, en lugar de responder con datos y argumentos, optó por el sarcasmo, la victimización y la descalificación de sus opositores y medios de comunicación. Según el antropólogo Aldo Rojas, Hancco se presentó con las manos vacías, sin pruebas concretas, y dejó en evidencia su falta de estrategia política y liderazgo.
En su intervención, Hancco minimizó las críticas a su gestión, afirmando que todas las observaciones buscan “destruir su imagen” y no reconocer sus supuestos logros. Rojas señaló que esta postura narcisista impide al gobernador aceptar errores reales y válidos en su administración, lo que lo lleva a actuar como una “pobre víctima” en lugar de un servidor público responsable.
El tono del discurso de Hancco fue ampliamente cuestionado. Con frases como “tómense un matesito de valeriana para que duerman tranquilos”, el gobernador ridiculizó a quienes lo fiscalizan, mostrando una actitud vulgar y poco profesional. Estas expresiones, lejos de aclarar dudas, generaron mayor indignación entre la población y los medios.
Uno de los momentos más polémicos fue cuando Hancco dijo: “Si tanto dicen que nuestra gestión es un desastre, que no pasa nada, ¿por qué se preocupan?”. Esta declaración, interpretada como un “hagan el escándalo que quieran, igual no me importa”, revela una falta de comprensión de su rol como servidor público y una clara indiferencia hacia la fiscalización ciudadana.
Rojas destacó que Hancco parece olvidar que el gobierno regional es una entidad pública, no una empresa privada. La ciudadanía y los medios tienen el derecho y el deber de vigilar su gestión, algo que el gobernador no solo no acepta, sino que desprecia abiertamente con un discurso desafiante y retador.
El antropólogo también señaló que Hancco utiliza estas tácticas para proteger su imagen política, especialmente ante su candidatura como vicepresidente nacional por Somos Perú. Según Rojas, el gobernador está más preocupado por su futuro electoral que por atender las demandas y críticas legítimas de la población.
