InicioPunoJuliacaSacerdote de Juliaca compara el sufrimiento nacional con la Pasión de Cristo

Sacerdote de Juliaca compara el sufrimiento nacional con la Pasión de Cristo

El padre Luis Zambrano dijo que el poder está en manos de figuras del pasado autoritario y pidió una participación ciudadana que transforme la realidad del país

Crisis nacional señalada por el sacerdote de Juliaca muestra un sufrimiento que se parece al de Cristo y llama a una fe que despierte un verdadero cambio en el país

«Esta Semana Santa nos encuentra crucificados como Cristo», afirmó el padre Luis Zambrano Rojas de la parroquia Pueblo de Dios de Juliaca. Según el sacerdote, los peruanos estamos atrapados en una espiral de inseguridad que recuerda los oscuros tiempos dictatoriales de los años 90.

En diálogo con Razón Libre de Pachamama Radio, Zambrano señaló que la población se siente crucificada por un sistema que prioriza intereses políticos sobre las necesidades reales. Esta situación se agrava por las recientes denuncias formales contra efectivos policiales por conductas inapropiadas, generando un clima de desconfianza hacia las instituciones.

El religioso destacó que la cercanía de las elecciones generales reaviva el ciclo de promesas vacías. Este patrón, según explicó, culmina invariablemente en traiciones ideológicas y cambios partidarios sin justificación.

El panorama actual muestra una inquietante similitud con épocas dictatoriales pasadas. El sacerdote advirtió que figuras de aquel periodo negativo ahora ocupan posiciones en el Congreso y el Ejecutivo, mientras «la criminalidad ha trascendido las calles para infiltrarse en las más altas esferas del poder nacional».

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Frente a una realidad donde, según el padre Zambrano, la política se ha convertido en territorio vedado para el ciudadano común, el llamado a la acción colectiva resulta imperativo. «Las autoridades estigmatizan cualquier manifestación popular etiquetándola como ‘política’ para deslegitimarla», explicó.

Para el párroco de Juliaca, la participación ciudadana representa la única esperanza de transformación real. Este cambio requiere el compromiso de todas las esferas sociales, incluyendo especialmente a las comunidades religiosas en esta reflexión pascual.

«Así como Cristo resucitó al tercer día, nuestra sociedad necesita renacer desde sus cenizas», concluyó Zambrano. «El verdadero mensaje de esta Semana Santa es que el cambio exige trascender la pasividad contemplativa hacia una fe activa que impulse transformaciones concretas en nuestro país».

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