Un brutal crimen sacudió la cuadra 17 del jirón Tumbes en Juliaca cuando el hombre presuntamente identificado como Gilber Senín Aroquipa Turpo de 23 años fue asesinado a balazos dentro de su Toyota Yaris negro (placa CJW-597). Cuatro sicarios en dos motos lineales lo esperaron en la intersección con el jirón Umachiri y le dispararon 13 veces para asegurar su muerte.
La Policía Nacional del Perú y peritos criminalísticos llegaron al lugar tras el ataque. Vecinos afirmaron que los agresores «dispararon una ráfaga de balas» contra el vehículo. El fiscal del Ministerio Público demoró más de una hora en arribar, lo que generó protestas de la población.
La familia de Gilber, devastada, identificó su cuerpo entre lágrimas. «No entendemos por qué le quitaron la vida así», declaró su hermana. Autoridades recogen 13 casquillos de bala y analizan cámaras de vigilancia, aunque no hay registros útiles en la zona.
El comandante Torres de la Comisaría Central de Juliaca confirmó que Wilber «sobrevivió 10 minutos» tras el ataque. Las ambulancias del SAMU tardaron en llegar por calles saturadas. El móvil del crimen aún se investiga, pero se maneja la hipótesis de un ajuste de cuentas o sicariato.
El Toyota Yaris quedó con impactos en la ventana del conductor, donde Wilber recibió los disparos. Testigos señalaron que los sicarios «esperaron a que pasara un camión para atacar». La escena quedó marcada por el dolor de sus padres y hermanos, quienes exigieron justicia.
El levantamiento del cuerpo se realizó bajo custodia policial. La PNP analiza si el crimen está vinculado a actividades delictivas o a un conflicto personal. Mientras, la comunidad de Juliaca exige mayor seguridad en calles donde la violencia se recrudeció este año.
Este es el segundo asesinato con motos lineales en menos de un mes en la ciudad. Las autoridades prometen resultados en las próximas horas, pero el miedo y la indignación crecen entre los vecinos.
