Los sindicatos argentinos están intensificando la presión contra el gobierno de Javier Milei en rechazo a los ajustes económicos implementados. Este miércoles, se llevó a cabo un paro general, con trabajadores despedidos del sector público buscando ocupar sedes ministeriales para hacer oír sus demandas.
En medio de la ofensiva sindical contra el plan de ajuste del presidente Javier Milei, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) encabezó un paro mientras trabajadores despedidos se disponían a ocupar ministerios y organismos públicos en distintas ciudades del país.
La ATE lidera las protestas contra las políticas de fuerte recorte del gasto público del mandatario ultraliberal, las cuales han generado miles de despidos en los distintos niveles del Estado. Organizaciones gremiales de dos combativas centrales sindicales se han adherido a la protesta.
Las principales movilizaciones tienen lugar en Buenos Aires, donde cientos de trabajadores, muchos de ellos despedidos después de la asunción de Milei en diciembre, se congregaron cerca de la Secretaría de Trabajo para ocupar sus instalaciones y celebrar asambleas para definir nuevas medidas de protesta.
En la jornada, se prevé el ingreso masivo de manifestantes a los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Interior y Producción, así como la ocupación de otros organismos públicos. Varias instalaciones están fuertemente custodiadas por la policía en el marco de las severas medidas del gobierno.
La ATE denunció que “el gobierno ultraneoliberal y neofascista de Javier Milei está arrasando con políticas públicas sumamente sensibles para nuestro pueblo y dejando en la calle a miles de trabajadores estatales”. Según el gobierno, 15.000 contratos del sector público han sido dados de baja al 31 de marzo.
Milei sostiene que el Estado argentino está sobredimensionado y que es necesario recortar personal en el marco de su objetivo de mantener el déficit cero. El gobierno afirma que sus políticas ortodoxas lograron superávit financiero en los últimos dos meses.