El subprefecto provincial de San Antonio de Putina, Rubén Edgar Mullisaca Mamani, y el subprefecto distrital Basilio Mamani Lipa, fueron expulsados del salón consistorial del Palacio Municipal justo antes de iniciar la sesión solemne por el XXXVI aniversario de la provincia.
Su presencia de estas autoridades políticas del actual gobierno nacional generó un fuerte rechazo entre los asistentes, incluyendo rondas campesinas y tenientes gobernadores de diversas comunidades.
La expulsión se debió a la presunta vinculación de los subprefectos con el gobierno de la presidenta Dina Boluarte Zegarra, considerado ilegítimo por muchos locales.
Los funcionarios intentaron participar en el evento, pero fueron abucheados y rechazados por la población, que manifestó su descontento con consignas como “¡Fuera traidores!”.
Los subprefectos estuvieron acompañados por efectivos de la Policía Nacional del Perú y del serenazgo de la comuna local provincial, lo que no impidió que fueran retirados del lugar.
Las críticas hacia Mullisaca Mamani y Mamani Lipa no son nuevas. Los pobladores los acusan de elevar información al gobierno central, generando desconfianza y distanciamiento.
Según los asistentes, su gestión ha estado marcada por la falta de acciones concretas que beneficien a la comunidad, lo que ha aumentado el descontento hacia ellos.
Meses atrás, en un acto de democracia participativa, el presidente de los tenientes gobernadores, Oscar Valencia Chacón, sometió a votación la destitución de los subprefectos. Casi el 100% de los asistentes apoyó esta medida.
La expulsión de los subprefectos durante la sesión solemne es un claro mensaje de la población sobre su descontento y su demanda por un cambio y espera que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas concretas para mejorar su calidad de vida.