El administrador del terminal terrestre de Juliaca, Giovanni Puma Villasante, afirma que la municipalidad busca recuperar deudas pendientes de los transportistas mientras algunos operadores reaccionan con conflictos a los requerimientos de pago, generando un ambiente tenso en el principal punto de embarque y desembarque de la ciudad. La situación afecta la tranquilidad del lugar y pone en evidencia las diferencias entre la gestión y los conductores.
Puma Villasante explica que la gestión actual tiene como prioridad mejorar la infraestructura del terminal y que para eso se destinará más de un millón de soles, recursos que se invertirán en arreglos de puertas, pintura, iluminación, cámaras de seguridad y un sistema de perifoneo para modernizar el espacio y brindar mayor seguridad a los usuarios.
El administrador señala que estos trabajos se realizarán con fondos propios de la municipalidad y que el dinero recaudado en el terminal debería destinarse a estas mejoras, pero algunos transportistas no entienden esa lógica y reaccionan de forma conflictiva, tomando las acciones como algo personal y no como una inversión necesaria.
Puma Villasante menciona que ya existe un descuento del 20 por ciento en las deudas generadas durante la pandemia, aprobado por el Concejo Municipal, pero que un grupo reducido de transportistas intenta aprovechar esa medida para evadir pagos que corresponden a años anteriores, incluso de 2018 y 2019, cuando no existía la emergencia sanitaria.
El administrador del terminal subraya que las obligaciones deben cumplirse y que no hay razón para tratar de manera diferente a los transportistas, comparando la situación con cualquier persona que tiene deudas con bancos o instituciones educativas, donde se exige el pago completo sin excepciones.
Villasante relata incidentes preocupantes, como que al entregar las cartas de requerimiento algunos transportistas arrojaron chicle al cabello y cerraron las puertas del terminal, acciones que considera agresivas pero que no detendrán el proceso para que se cumplan las obligaciones pendientes.
A pesar de los altercados, el administrador destaca que algunos transportistas han mostrado voluntad de pago y que varios ya han acudido a cancelar deudas, incluso las de la pandemia, lo que para la gestión representa una señal positiva y un paso hacia la normalización del ambiente en el terminal.
