Trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario realizaron ayer un plantón en los exteriores del Ministerio Público de Puno, rechazando la detención preliminar de los agentes Cristian Vásquez, John Aruhuanca, Jaime Cajchaya y Renzo Ccapacca, investigados por presunta tortura a un interno del penal de Yanamayo.
Isaac Estofanero Acarapi, representante del sindicato, cuestionó el actuar de la Fiscalía de Derechos Humanos asegurando que el interno Arturo Anco Gómez ingresó el 25 de abril con lesiones previas desde Ilave, según evaluación médica del establecimiento penitenciario al momento de su ingreso por mandato judicial.
«Estas denuncias son mentiras, son calumnias que presumimos para evadir su responsabilidad judicial», declaró Estofanero, añadiendo que los detenidos mantienen arraigo laboral y familiar, por lo que no ameritaban detención preventiva ni allanamiento de sus domicilios.
Sindicalistas denuncian procedimiento irregular
El gremio rechazó el operativo dominical donde, según denuncian, autoridades irrumpieron en los hogares de los agentes «rompiendo cerrojos como a delincuentes», vulnerando la tranquilidad emocional de sus familias y el derecho a un debido proceso establecido en la normativa penitenciaria vigente.
Los manifestantes exigen diálogo con la Fiscalía para conocer los protocolos aplicados, argumentando que sus compañeros colaboraron con la investigación desde abril y no representan riesgo de fuga ni obstrucción a la justicia, como sí ocurriría en casos de crimen organizado o narcotráfico.
El sindicato anunciará en próximas horas si convoca a sus 28 bases a nivel nacional para evaluar una huelga indefinida, denunciando que la persecución fiscal debilita el principio de autoridad dentro de los establecimientos penitenciarios del país.
