Las 76 bases militares que Estados Unidos mantiene en América Latina evidencian una estrategia de reconquista hegemónica que va más allá del caso venezolano, según José Cornejo, magíster en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), quien cuestionó las recientes amenazas del presidente Donald Trump.
En entrevista con Razón Libre de Pachamama Radio, Cornejo afirmó que la crisis migratoria venezolana tiene como origen las sanciones económicas impuestas por Washington, que bloquearon la exportación de petróleo, principal fuente de ingresos del país. Esta situación provocó un éxodo de más de dos millones de personas hacia países vecinos.
El especialista sostuvo que Estados Unidos intenta recuperar el control de las empresas petroleras nacionalizadas mediante acusaciones sin sustento. Aseguró que los informes oficiales de la DEA de 2024 no hacen mención al llamado “cartel de los soles”, una de las principales acusaciones contra el gobierno venezolano.
Respecto al narcotráfico, Cornejo indicó que el 70 % de la droga que circula en la región proviene de Perú, Bolivia y Colombia, con rumbo al océano Pacífico. La ruta venezolana representa apenas el 5 % del tráfico total, según datos de organismos internacionales especializados.
Economía venezolana muestra signos de recuperación
También señaló que la economía venezolana ha comenzado a recuperarse gracias al apoyo de los BRICS, especialmente por las exportaciones de crudo a India, lo que permite diversificar mercados pese a las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos.
Recordó que en 2019 Brasil se negó a participar en una intervención militar contra Venezuela, pese a la presión directa del entonces presidente Trump. El vicepresidente brasileño Hamilton Mourão declaró en su momento que tal acción iba en contra de los intereses nacionales.
Cornejo denunció que las maniobras militares de Estados Unidos en la región violan la Carta de las Naciones Unidas, al promover la injerencia directa en asuntos internos de otros países. Añadió que solo Ecuador y Argentina expresaron apoyo abierto a una posible intervención armada durante la última reunión del Comando Sur.
Advirtió que un conflicto armado en Venezuela generaría millones de nuevos refugiados y convertiría a América Latina en un escenario de disputa geopolítica entre potencias, con consecuencias económicas graves para toda la región sudamericana.
