Adolfo Cahui Bustincio, vecino del barrio Vallecito en Puno, denunció la falta de agua potable que afecta a su comunidad desde hace años. La empresa Emsa Puno ofreció enviar cisternas como solución temporal, pero los vecinos exigen una respuesta definitiva para un problema que interrumpe su vida diaria.
Cahui Bustincio explicó que las tuberías de la captación de Totorani tienen décadas de antigüedad y se cambian por tramos debido a su deterioro. Esta situación genera cortes frecuentes en el suministro de agua, que en ocasiones se extienden por más de una semana.
El vecino expresó su frustración por la falta de comunicación de Emsa Puno ante estos cortes. Señaló que, en plena era de la información, la empresa no informa a la población sobre las interrupciones del servicio, lo que obliga a los vecinos a suspender sus actividades para reclamar soluciones.
Cahui Bustincio recordó que exgerentes de Emsa Puno recomendaron a los vecinos construir cisternas para almacenar agua, debido al suministro interdiario. Sin embargo, consideró que esta no es una solución definitiva y que se necesita una nueva red de distribución para resolver el problema de raíz.
El vecino también cuestionó el papel de la SUNASS, indicando que las quejas y reclamos presentados no han tenido resultados concretos. Hizo un llamado a los actuales gerentes de Emsa Puno para que se involucren más en la solución de los problemas y supervisen personalmente el trabajo en campo.
Tras el reclamo de Cahui Bustincio, Emsa Puno se comprometió a enviar cisternas para abastecer temporalmente a los vecinos de Vallecito. Aunque esta medida aliviará la situación, los residentes esperan que se implemente una solución permanente que garantice un suministro constante de agua.
La falta de agua potable en Vallecito es un problema que afecta la calidad de vida de sus habitantes. Mientras las autoridades y la empresa no actúen de manera decisiva, los vecinos seguirán dependiendo de soluciones temporales que no resuelven el problema de fondo.
