La política venezolana se encuentra en un punto de inflexión crítico. Tanto el actual mandatario Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia aseguran que asumirán la presidencia de Venezuela en enero de 2025 para gobernar por los próximos 6 años, generando un clima de tensión e incertidumbre en el país.
El Consejo Nacional Electoral, presidido por Elvis Amoroso, proclamó a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio con el 51,9% de los votos. Sin embargo, la oposición, liderada por María Corina Machado, afirma tener copias del 83% de las actas de votación que demostrarían la victoria de González Urrutia.
La situación se complica debido al exilio de González Urrutia en España. El opositor, quien pasó un mes en la clandestinidad y es objeto de una orden de captura en Venezuela, enfrenta obstáculos significativos para regresar al país y asumir el poder, según advierten analistas políticos.
Pablo Quintero, de LOG Consultancy, señala que las opciones de la oposición son “absolutamente limitadas” para ejercer el poder en territorio venezolano. El analista considera improbable que el gobierno permita a González Urrutia asumir el control de las instituciones y las Fuerzas Armadas.
El 10 de enero de 2025 se perfila como una fecha clave para la política venezolana. Según la Constitución, ese día debe juramentar ante el Parlamento el candidato electo en los comicios presidenciales. Maduro ha declarado que se juramentará “con el pueblo en la calle, por millones”, mientras González Urrutia promete tomar posesión de su cargo como presidente electo.
La comunidad internacional juega un papel crucial en esta crisis. Países como Brasil, Colombia, México y la Unión Europea no han reconocido la victoria de Maduro. Los analistas prevén un escenario de reconocimiento parcial similar al ocurrido con el gobierno interino de Juan Guaidó entre 2019 y 2021.
Las expectativas de la población venezolana están contenidas tras años de fracasos opositores. Algunos ciudadanos expresan esperanza en un cambio, mientras otros se muestran escépticos. Un comerciante entrevistado resume el sentir de muchos: “Hay tantas payasadas políticas de ambos lados que no comparto nada político”.
Los expertos advierten sobre el riesgo de generar falsas expectativas en la población. Nicmer Evans, especialista en psicología social, sugiere que el problema no es la fecha específica, sino las condiciones necesarias para un cambio político real. La presión internacional y la movilización interna serán factores determinantes en el desenlace de esta crisis política venezolana.