La distribución de 60 mil dólares tras la venta de un inmueble provocó tensiones abiertas entre los 21 socios activos del Sindicato de Canillitas de San Román, Mateo Málaga Apaza, secretario general, sostiene que la decisión contó con respaldo de la mayoría en asamblea general.
Cuatro socios votaron en contra mientras la mesa directiva aplicó el criterio de reparto proporcional según antigüedad y permanencia, argumento que desató la actual disputa entre vendedores de diarios, algunos exigen montos iguales sin importar la trayectoria institucional dentro del sindicato.
Varios fundadores consideran que sus años de afiliación debieron tener mayor peso en el reparto, esta diferencia quebró la habitual armonía dentro de la organización juliaqueña y encendió reclamos directos entre antiguos y nuevos miembros beneficiarios de la venta inmobiliaria.
Málaga Apaza convocó a una asamblea extraordinaria para este miércoles, la dirigencia busca solucionar los desacuerdos mediante diálogo y reafirmar los principios que han guiado a la organización, confiando en que los estatutos ayudarán a restaurar la unidad sindical perdida.
El secretario recordó que los estatutos vigentes prevén la separación automática del socio que abandone la venta de diarios por más de 90 días, la norma podría ser aplicada frente a casos de incumplimiento o desinterés en las obligaciones comerciales semanales acordadas.
La dirigencia aclara que estos lineamientos buscan garantizar el compromiso y la presencia activa de cada afiliado, evitando que la organización pierda fuerza y se fragmente por disputas económicas internas, sobre todo después de un proceso tan emblemático como la venta del local.
El resultado de este conflicto marcará el rumbo del Sindicato de Canillitas de San Román, organización que durante décadas fue pieza clave para la prensa escrita provincial y que ahora enfrenta el desafío más grande de su historia, la cohesión frente a la presión de intereses individuales.


