La presidenta Dina Boluarte enfrenta severas críticas por sus constantes viajes internacionales, siendo cuestionada por el alto costo que representan para el erario público y la falta de resultados tangibles para el país. Los cuestionamientos se intensifican tras su reciente discurso de casi cinco horas y su próximo viaje programado a Japón e Indonesia.
La presidenta Dina Boluarte enfrenta duras críticas por sus constantes viajes al exterior que drenan recursos del erario público sin mostrar beneficios concretos para el Perú. Los cuestionamientos se intensifican después de su confuso discurso presidencial de casi cinco horas la semana pasada.
El principal error de cálculo de la mandataria no radica en su incompetencia gubernamental sino en su desatino al comunicarse y tomar decisiones de espaldas a los ciudadanos peruanos. Su extenso mensaje presidencial solo dejó números estadísticos confusos y soberbia al atribuirse logros económicos cuestionables.
Tras el controvertido desfile donde mostró gestos vacíos mientras ignoraba los abucheos ciudadanos la presidenta se autoriza nuevos viajes internacionales a Japón e Indonesia. La excesiva seguridad desplegada no logró ocultar el rechazo popular hacia su gestión gubernamental actual.
Gastos sin resultados evidentes
Los recursos públicos destinados a financiar cada viaje presidencial con su numerosa comitiva generan interrogantes sobre su efectividad real. Los contribuyentes peruanos financian estos desplazamientos sin recibir informes claros sobre los beneficios obtenidos para el país.
Nadie puede explicar dónde están las nuevas inversiones extranjeras o los acuerdos comerciales concretos que justifiquen estas ausencias presidenciales del territorio nacional. Los resultados tangibles brillan por su ausencia mientras se mantiene el protocolo y el boato internacional.
La ausencia presidencial del país parece preferirse antes que enfrentar las crisis políticas internas y las fracturas sociales existentes. Boluarte aparenta sentirse más cómoda en aeropuertos internacionales que recorriendo el territorio peruano lleno de problemas sin resolver.
Aprovechamiento del cargo hasta el final
Las respuestas afirmativas a estos cuestionamientos evidencian cómo se priorizan gastos cuestionables con recursos de los contribuyentes peruanos. Todo indica que la mandataria pretende aprovechar cada oportunidad de viaje hasta el último día de su gestión.
Desde ahora hasta julio del 2026 Boluarte planifica múltiples viajes internacionales como si estuviera en un país de maravillas hasta el 29 de julio próximo. Su comportamiento sugiere que después de ceder el poder presidencial su situación podría cambiar drásticamente.
