El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky enfrenta una creciente presión política tras revelarse un masivo esquema de corrupción en el sector energético del país, el cual amenaza la estabilidad de su gobierno durante la invasión rusa a gran escala. La investigación descubrió el desvío de cien millones de dólares mediante sobornos pagados por contratistas.
Las autoridades investigadoras detallaron cómo funcionaba el esquema, implicando a altos funcionarios que presionaban a contratistas para pagar comisiones de hasta el quince por ciento, a cambio de negocios con la empresa estatal de energía nuclear Energoatom, según los hallazgos de los organismos anticorrupción.
Anastasia Radina, jefa del comité anticorrupción del parlamento, declaró públicamente que Zelensky, al no cortar lazos con su jefe de gabinete, «está provocando una crisis interna mayor» y socavando la confianza pública en las instituciones.
Crisis de Confianza
Ucrania ha luchado históricamente contra la corrupción endémica, y Zelensky llegó al poder en 2019 con un mandato claro de los votantes para eliminar las prácticas de enriquecimiento ilícito en el gobierno.
El impacto social es profundo; la ciudadanía, que ya sufre apagones regulares por los bombardeos rusos, reacciona con indignación ante la corrupción en un sector vital para su supervivencia durante la guerra, debilitando el apoyo interno al esfuerzo bélico.
Los opositores políticos de Zelensky argumentan que es difícil creer que un esquema de tal magnitud ocurriera sin el conocimiento de Andrii Yermak, su poderoso jefe de gabinete, aunque no han presentado pruebas que respalden públicamente esta acusación directa.
Presión Interna
Técnicamente, la investigación incluyó más de mil horas de escuchas telefónicas, donde los implicados usaban nombres en clave y lenguaje críptico; en algunas conversaciones se hacía referencia a una figura poderosa bajo el alias «Ali Baba», cuya identidad real aún se desconoce por las autoridades.
Dos funcionarios de la oficina presidencial, que hablaron bajo condición de anonimato, afirmaron que Zelensky no ha tomado aún la decisión de despedir a Yermak, su colaborador más cercano durante los últimos seis años y arquitecto de las relaciones con aliados occidentales.
Se proyecta que la crisis política continuará mientras los legisladores del propio partido de Zelensky debaten formar una coalición de estabilidad nacional, presionando para que se tomen medidas más contundentes y se restablezca la credibilidad ante los socios internacionales cuyo apoyo es vital.


