La violencia contra las mujeres en Ayacucho va más allá del abuso cotidiano: también se manifiesta en crímenes sangrientos que han estremecido a toda nuestra población. A continuación, el rostro de la realidad y cómo se viene enfrentando este problema dentro de la sociedad. Solo en este año, según el reporte estadístico de casos atendidos en los Centros Emergencia Mujer (CEM), entre enero y julio de 2025, atendieron más de 3350 casos de violencia en la región, incluyendo 4 feminicidios y el asesinato de una mujer durante un asalto. Casos como estos siguen sin solución y en espera, mientras que familiares se enfrentan a una larga lucha para encontrar justicia. Pero, ¿Qué se está haciendo en la región para reducir estos índices de violencia?
Para dar respuesta a esta pregunta, conversamos con los representantes de la Gerencia Regional de Desarrollo Social, quienes vienen ejecutando el Proyecto Mujer, una iniciativa preventivo promocional que inició en el 2021 y que viene interviniendo en 63 distritos del quintil 1, en las 11 provincias de nuestra región. El objetivo principal es propiciar el acceso de las mujeres a servicios que cumplen con el marco normativo de la Ley N°30364, realizando acciones estratégicas para la promoción, prevención y erradicación de la violencia, mediante un trabajo sostenible y articulado con las principales autoridades de los distritos de intervención, el Ministerio de la Mujer (a través del Programa Warmi Ñan y los Centros Emergencia Mujer), Policía Nacional del Perú, Ministerio Público, Poder Judicial, así como establecimientos de Salud e instituciones educativas.
El equipo técnico del proyecto, mencionó que se creó e implementó 63 Áreas Mujeres en convenio con los municipios distritales, los cuales sirven para realizar actividades de sensibilización y canalización de denuncias con las instancias correspondientes. De la misma forma, las Áreas Mujer han permitido la creación de 63 Instancias Distritales de Concertación (IDC), un espacio de coordinación y articulación a nivel distrital entre diversas entidades públicas y sociales, a fin de coordinar y ejecutar acciones en la lucha contra la violencia hacia las mujeres y miembros del grupo familiar. Es así que 887 operadores y servidores públicos del ámbito de intervención fueron capacitados con la finalidad de fortalecer los sistemas locales de prevención y atención, impulsando la formulación de políticas o programas destinados a erradicar la violencia en el ámbito local. De la misma forma, se ejecutó la creación de 110 “Redes de prevención y protección de la violencia” en las comunidades rurales más alejadas y de difícil acceso de la región.
Estas redes, asimismo, están conformadas por autoridades y líderes comunales, quienes trabajan en articulación con el Área Mujer y la IDC de su distrito, asegurándose que las victimas puedan presentar su denuncia y recibir atención de manera oportuna. Según precisaron, a la fecha el proyecto ha fortalecido a más de 1420 mujeres, empoderando a 350 lideresas que promueven acciones de lucha contra la violencia. De la misma forma, 1128 varones fueron capacitados para promover nuevas masculinidades y la equidad de género. Pero para que los esfuerzos interinstitucionales y de distinto nivel den frutos, nosotros, la sociedad civil, debemos involucrarnos: Denunciar si son víctimas o testigos de cualquier tipo violencia en la comisaria más cercana o a través de la Línea 100. Promovamos una cultura de respeto e igualdad, que no tolere la violencia.
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