El consejero regional por la provincia de San Román, Percy Quispe Miranda, intentó explicar su falta de resultados tras tres años de gestión. Durante su intervención, justificó su escasa presencia mediática señalando que no le gustan las cámaras ni considera necesario informar a la población. Además, acusó a dirigentes de coaccionarlo para obligarlo a reunirse con ellos.
Como ejemplo de su labor fiscalizadora, mencionó la obra de la I.E.I. San Isidro, donde encontró materiales sin usar y presentó denuncia ante la Procuraduría y la Fiscalía. Sin embargo, no mostró avances ni resultados derivados de estas acciones tras varios meses de haberlas iniciado en la institución educativa.
Respecto a la sesión descentralizada por inseguridad, Quispe Miranda reconoció que inicialmente votó en contra por considerarla improvisada, aunque ahora acepta participar bajo sus propias condiciones. Señaló que solicitará policías especializados, camionetas, motocicletas y cámaras con inteligencia artificial para enfrentar la crisis que afecta a Juliaca desde hace años.
El representante regional anunció que planteará instalar cámaras de seguridad en los mercados San José, Santa Bárbara y otras zonas comerciales de la provincia. No obstante, admitió que no tiene ningún proyecto elaborado y justificó esta carencia afirmando que solo están facultados para presentar ideas generales.
Quispe Miranda defendió su bajo perfil público asegurando que siempre ha trabajado en silencio y que prefiere reunirse directamente con las comunidades cuando lo convocan. Afirmó visitar los barrios cada siete semanas para escuchar demandas, pese a que los dirigentes lo critican por su indiferencia ante problemas urgentes de la población.
Finalmente, acusó a algunos dirigentes de querer imponerle agendas y obligarlo a asistir a reuniones, situación que califica como coacción hacia su persona. Esta tensión explica por qué es considerado uno de los consejeros menos eficaces de San Román al no canalizar necesidades vecinales.
Los vecinos señalan que la ausencia de resultados tangibles durante tres años refleja la falta de compromiso del consejero con las demandas ciudadanas. La gestión de Quispe Miranda enfrenta cuestionamientos por no mostrar impactos concretos que respalden su labor fiscalizadora en la región de Puno.


