La educación peruana se tambalea, miles de escuelas muestran techos y paredes a punto de ceder, el secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú, Alexander Pilco Ticona describe un escenario alarmante en el sistema educativo, donde los estudiantes se enfrentan a aulas deterioradas y recursos escasos.
Más del sesenta por ciento de colegios, jardines y escuelas sufren daños graves, esta realidad se repite año tras año en todo el país, sin respuestas eficaces que mejoren la situación, Pilco Ticona sostiene que el origen de este problema es antiguo y generalizado.
El Estado reconoce la gravedad, según Pilco Ticona, revertir el panorama exige ciento cincuenta y ocho mil millones de soles, los fondos asignados apenas alcanzan para gestiones mínimas, los programas solo entregan tres o cuatro mil soles por institución.
Cada temporada de lluvia deja al descubierto la fragilidad de los locales educativos, muchas aulas terminan destruidas y los estudiantes pierden espacios adecuados para aprender, todo esto hace visible una emergencia continua.
La falta de computadoras, laptops e internet se suma a la crisis, las escuelas enfrentan serias limitaciones tecnológicas, Pilco Ticona lamenta que estas herramientas prácticamente son inexistentes en la mayoría de las aulas.
Durante la pandemia, los sindicatos llevaron a las autoridades una propuesta para mejorar la conectividad, las respuestas fueron limitadas, apenas alrededor de ciento treinta y siete mil quinientos alumnos recibieron tabletas, una cifra mínima frente a los más de nueve millones de estudiantes.
Menos del quince por ciento del alumnado obtuvo estos equipos, Pilco Ticona señala que la brecha tecnológica se mantiene amplia, exige acciones que lleguen a la mayoría y no solo a grupos seleccionados.
El retraso en la entrega de materiales educativos es constante, los libros llegan cerca del final del año escolar, las autoridades se concentran en seguir instrucciones desde Lima y eso retrasa toda mejora.
Frente a este escenario, la Federación exige cambios inmediatos, Pilco Ticona propone que el seis por ciento del Producto Bruto Interno se invierta en educación, plantea que para asegurar mejores resultados en el futuro, esa cifra debería subir al diez por ciento.
Actualmente, menos del cinco por ciento del PBI va para educación, en contraste, el pago de deudas internas y externas alcanza casi un tercio del presupuesto nacional, este desequilibrio limita el desarrollo de las escuelas públicas.
Pilco Ticona reconoce que existen problemas de manejo en algunas instituciones, hay directores que utilizaron mal el presupuesto escaso, las quejas han llegado hasta las unidades locales de gestión educativa.
Aclara que la mayoría de los directivos actúan con responsabilidad, señala que solo una porción muy pequeña se ha visto involucrada en este tipo de situaciones, los docentes a cargo de aulas no administran fondos.
Según Pilco Ticona, quienes tengan pruebas de manejo inadecuado deben enderezar su conducta, insiste en que se deben aplicar las sanciones establecidas, destaca la importancia de mantener la transparencia y la ética en toda gestión.
La calidad de la enseñanza está en la mira, Pilco Ticona expresa su preocupación por el uso repetido de fichas o fotocopias, señala que la educación debe ser un proceso dinámico y creativo, no una rutina de papeleo.
Una clase efectiva, subraya Pilco Ticona, debe fomentar el pensamiento, los alumnos necesitan enfrentarse a retos, el docente debe guiar usando herramientas variadas, el objetivo es que los estudiantes construyan nuevos conocimientos con fundamentos sólidos.