El 9 de enero, la presidenta de la República, Dina Boluarte, afirmó que su gobierno no es el responsable de la violencia que se viene generando en las protestas de diversas regiones del país, con epicentro en Puno, donde exigen su renuncia y el llamado a nuevas elecciones generales.
“Desde el gobierno no estamos generando la violencia. Y la muestra de ello es que, en Puno, hay policías que están heridos, un niño que no pudo llegar al hospital por la carretera bloqueada y me acaban de comunicar que acaba de fallecer un civil”, dijo la mandataria, en una sesión del Foro del Acuerdo Nacional, realizada en Palacio de Gobierno.
“Hermanos de Puno, no se está entendiendo claro qué están pidiendo. Ya les he explicado que los cuatro puntos políticos (renuncia de Boluarte, cierre del Congreso, adelanto de elecciones y nueva Constitución) no están en mis manos. Lo único que estaba en mis manos era el adelanto de elecciones y ya lo propusimos”, agregó.
Aclaró que la Asamblea Constituyente “no pasa por las manos del Ejecutivo ni de Dina Boluarte”. “Si con ese pretexto, están llevando a los hermanos de las regiones en donde hay actos de violencia, los están engañando”, aseveró. A pesar de todas estas declaraciones nunca asumió su responsabilidad.


