La presión por mejoras salariales llevó este martes a 120 docentes de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) de Puno a trasladarse hasta Lima para participar en la protesta nacional de docentes universitarios. El docente encargado del sindicato de docentes Juan Juan Guillermo Arcaya Coyuri detalló que la delegación puneña presente en la capital se reunió con representantes del Congreso de la República para exigir soluciones concretas ante décadas de reclamos sin respuesta efectiva por parte del Estado peruano.
La movilización nacional concentró a cientos de docentes universitarios en la capital peruana y de igual forma en la ciudad de Puno para reclamar la homologación salarial con otros sectores del Estado. Arcaya Coyuri expresó que «hace muchísimos años estamos en esta protesta relacionada a la homologación», aunque hasta el momento las autoridades no brindan una solución práctica. Los educadores también solicitaron al Congreso que emita una resolución prioritaria para los docentes contratados, quienes permanecen en situación laboral precaria.
Las múltiples reuniones con el poder legislativo solo generaron promesas incumplidas según los manifestantes. El dirigente sindical señaló que las autoridades «solamente nos están meciendo» con anuncios de incrementos que nunca se concretan en los hechos. Los docentes denunciaron que el Congreso y el poder ejecutivo aprueban grandes incrementos remunerativos para sus propios funcionarios mientras recortan el presupuesto destinado a las universidades públicas del país.
El contraste entre las condiciones salariales de docentes y congresistas generó indignación entre los manifestantes universitarios. La canasta navideña de 46,900 soles que recibirán los parlamentarios fue catalogada como una injusticia por Arcaya Coyuri, quien subrayó que «el pueblo peruano está siendo agobiado» mientras los representantes se otorgan privilegios económicos desproporcionados. El dirigente cuestionó que los congresistas se autoasignen bonos millonarios cuando el sector público solo recibe aguinaldos de 200 a 300 soles.
Los docentes rechazaron categóricamente que los parlamentarios merezcan tales beneficios económicos en el actual contexto nacional. Arcaya Coyuri señaló que «ellos deben dar el ejemplo» y ajustar sus bonificaciones al mismo nivel del sector público general. La protesta evidenció la brecha entre quienes forman profesionales para el desarrollo nacional y aquellos que aprueban presupuestos sin priorizar la educación superior pública peruana.
No obstante las críticas al sistema, los docentes reconocieron avances parciales obtenidos mediante anteriores movilizaciones del gremio universitario. La compensación por tiempo de servicio (CTS) lograda el año anterior para todas las universidades públicas representó un triunfo del movimiento sindical. Sin embargo, Arcaya Coyuri advirtió que esta conquista «todavía no se había pragmatizado» completamente debido a demoras en la implementación normativa correspondiente por parte de las autoridades competentes.


